Desde los albores tecnológicos de la web 2.0 considerados en primera instancia como plataformas digitales incipientes para la distribución de contenido, hasta el dataísmo que centraliza el valor de los fenómenos sociales a partir de la interpretación del flujo de datos y contribución al procesamiento de los mismos, en las redes sociales digitales se establecen relaciones de comunicación digital interactiva que por un lado, permiten consolidar relaciones interpersonales establecidas en el mundo fuera de linea y por el otro, construyen nuevos vínculos de socialización a través de discursos que constituyen rasgos identitarios en una constelación dinámica de mecanismos políticos, económicos tecnológicos y socioculturales, apeteciblemente relevantes como objeto de estudio del ámbito de las Ciencias de la Comunicación desde la óptica sociológica que los legitima como herramientas dialógicas o decorativos pintorescos derivados de la actividad mediática masiva.

El rápido crecimiento en la implantación social tecnológica (Geser, 2004) es parte de una cultura en red en la que la comunicación es mediada a partir de recursos de las tecnologías web como los navegadores, motores de busqueda y las redes sociodigitales como Facebook, Twitter, Instagram, así como las plataformas de video como Youtube, o de narrativas fragmentadas como TikTok. Así mismo, los grupos de personas que conforman una red son capaces de compartir discernimientos, secretos, intereses, generar apoyo, sociabilizar, construir sentido de pertenencia e integrarse categóricamente.

En ese sentido, cada elementos que se comparte en la red, tiene la capacidad de influir en otro ser humano y efectuar cambios desde un nivel individual hasta un nivel global, como en el caso del “Proyecto X Holanda”.

El viernes 21 de septiembre de 2012 estalló la violencia y el disturbio en Haren, una localidad de 18.000 habitantes al norte de Holanda, luego de que Methe una adolescente publicara —accidentalemte— una invitación masiva a su fiesta de dieciséis años en la que había señalado su dirección y todos los datos para dar con la casa a través de Facebook, lo que generó un enorme revuelo en las platafomas de redes sociales en la semana anterior a la fiesta. Aunque la adolescente canceló el evento, la propagación, popularidad y performance había alcanzado a 25,000 adolescentes que organizaron en línea unirse a la celebración. Sumado a esto, los medios masivos de comunicación, como la prensa y televisión, retomaron la historia unos días antes de la reunión, aprovechando el flujo de tráfico social que el evento acaparaba. En la tarde del 21 de septiembre del 2021, los medios informaban en vivo desde Haren donde la policía se enfrentaba a 4,000 jóvenes que acudieron a la convocatoria provocando un saldo de 29 heridos, entre ellos tres agentes de la policía, 34 detenciones y millones en daños. Algunos jóvenes portaban camisetas con el nombre “Proyecto X Haren” haciendo alusión a la película estadounidense sobre una fiesta fuera de control llamada “Proyecto X”.

 

Ecosistema Digital

Carlos Miguel Ramos Linares

@cm_ramoslinares