El reporte del GIEI concluye que hasta ahora no hay evidencia alguna para cambiar su conclusión de que en el basurero no incineraron a los 43 normalistas

Integrantes del Grupo Interamericano de Expertos Independientes rinde su segundo informe sobre los trabajos de investigación y peritaje que realizaron  en torno a la desaparición de 43 estudiantes de la escuela normal rural de Ayotzinapa, la noche del 26 de Septiembre del 2014.

Señalaron que el primer informe que presentaron el pasado 6 de septiembre se refuerza con nuevos hechos. Ángela Buitrago señaló que “no hay ninguna demostración diferente a los hechos que señalamos en el primer informe”.

Aseguró que “hubo control directo y permanente de los estudiantes desde su salida de Chilpancingo”, además de que en su detención estuvieron involucrados policías municipales de Huitzuco.

Reiteró que en el nuevo informe se ha comprobado que “los normalistas no iban a boicotear ningún evento político”, reiteró.

Asimismo, indicó que hubo coordinación perfecta entre policías para evitar que autobuses de normalistas salieran de Iguala.

“Los hechos del 26 de septiembre ocurrieron en un perímetro mayor y durante más tiempo que el señalado por PGR”, reiteró.

Hay diferencias entre el conductor que sale en el vídeo y el que se presentó a declarar.

“El 5 autobús tiene 2 dificultades: no fue el que salió de la estación y hay discrepancias con base al informe a nuestro perito canadiense”

“Hay registro de una llamada del celular de uno de los normalistas en la carretera de Huitzuco “,

Asimimso, detallaron que hay registro de una llamada del celular de uno de los normalistas en la carretera de Huitzuco “.

“Alguien que no son los estudiantes está mintiendo sobre las investigaciones con relación a los trayectos del quinto autobús”, indican.

En su reporte, Claudia Paz y Paz señaló que diversos testigos, entre ellos familiares de los Avispones, 800 metros antes detuvo el autobús estrella de oro en un retén de policía federal.

“Las distintas fuerzas, incluidos militares y federales, tenían información prevía desde que salieron de Chilpancingo”.

“El 27 batallón tenía conocimiento en tiempo real de mov de los estudiantes, fueron testigos directos y dieron monitoreo”, señaló.

El grupo de expertos seguraron que el nuevo estudio de fuego realizado en el basurero de Cocula carece de sustento científico y reiteraron que no hay evidencia de que los 43 jóvenes hayan sido incinerados allí en 2014.

además, sostienen que el documento de nueve páginas al que tuvo acceso “no expone razonamientos científicos que puedan ser contrastados, sino solo afirmaciones, sin explicar el sustento probatorio o científico”.

Los especialistas en fuego afirman, entre otras cosas, que hay evidencia de que “una quema controlada mayor ocurrió en Cocula”, así como de incendios menores, pero aclaran que la duración y fechas de ellos “no pudo ser establecida con la evidencia física disponible”.

Además, aseguran que los restos óseos de 17 personas recuperados en ese lugar son “consistentes con aquellos producidos por la exposición prolongada al fuego producido por combustible ordinario y no por crematorios comerciales”.

Según los peritos, el hallazgo de dichos restos, así como de ropa, casquillos de bala, restos de neumáticos y rocas que exhibían daño por exposición al calor, “confirma la información obtenida de las declaraciones (de varios de los detenidos)”, según las cuales los 43 jóvenes fueron incinerados allí.

Sin embargo, el GIEI recuerda que no hay evidencia de que los restos de 17 individuos pertenezcan a alguno de los estudiantes, y que el basurero ha sido identificado como un lugar donde se han registrado varios incendios al menos desde 2010.

El GIEI también critica a los expertos en fuego por aludir, sin detallar la fuente, a información de una estación meteorológica cercana a Cocula, según la cual la noche del 26 al 27 de septiembre de 2014 solo hubo llovizna y cita varios estudios que contradicen eso.

Los expertos designados por la CIDH para estudiar este caso, cuyo mandato vence en seis días, concluyen que el peritaje no cumple con los estándares mínimos de un estudio científico y recuerdan los argumentos que los llevaron a determinar que los 43 jóvenes no pudieron ser quemados en Cocula.

Además del estudio de fuego realizado por José Torero, que en su opinión nadie ha podido rebatir hasta ahora, resaltan las inconsistencias en las declaraciones de cinco presuntos autores materiales, así como el hecho de que hayan sido “obtenidas bajo tortura”.

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