La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

En el contexto de su gira por Puebla, Manlio Fabio Beltrones escuchó este sábado las quejas de Jorge Estefan Chidiac acerca de Fernando Morales Martínez, hijo de don Melquiades y gran amigo suyo.

—Lo último que hizo, aparte de operar abiertamente a favor de Tony Gali y el PAN, fue retarme a que lo expulse del partido. Dice que lo haga si tengo pantalones —señaló el dirigente estatal del PRI.

La respuesta de Beltrones no se hizo esperar:

“Pues ni modo. Iníciale un procedimiento ante la Comisión de Justicia Partidaria”.

Este martes, el área Jurídica del PRI poblano concluirá el expediente en contra de Fernando Morales, mismo que deberá seguir la siguiente ruta crítica:

Comisión de Justicia Partidaria: la Estatal y la Nacional.

Para no lesionar sus derechos partidistas, Fernando tendrá la oportunidad de comparecer y defenderse ante las dos instancias.

Si no lo hace, se concluirá que el único camino es la expulsión del partido que dirigió en Puebla y por el que fue diputado federal en el pasado reciente.

Será entonces cuando a través de su representación ante el INE, el partidazo informará de la baja definitiva de nuestro personaje.

“No es una cuestión de pantalones, es una cuestión de lealtad”, dijo Jorge Estefan ante varios priistas este sábado.

Y dijo más:

“Es un hecho. Fernando Morales será expulsado. Hay muchas pruebas en su contra”.

Este domingo, en Puebla, Willie Ochoa Gallegos, secretario de Organización del CEN del PRI, comentó que Beltrones había dado instrucciones muy precisas.

Al interior del PRI dicen que será el primero de varios poblanos expulsados.

No dan nombres.

Sólo sugieren.

Chucho Morales Rodríguez, hijo de Jesús Morales y primo de Fernando, no está en la misma situación debido a que no forma parte del padrón priista.

Las dudas matan:

¿Cuál será la reacción del exgobernador Melquiades Morales ante la inminente expulsión de su hijo mayor?

¿Cómo reaccionará el propio Fernando?

Todo mundo sabe que la relación entre Beltrones y Morales Martínez es de primera.

¿O era?

Hasta hace poco, la amistad seguía intocable.

Una y otra vez se comunicaban y se veían.

Nunca se ha perdido la comunicación.

¿No le quedó otro remedio a Don Beltrone?

¿Las presiones de Blanca Alcalá y Jorge Estefan fueron tan brutales que no le quedó otro remedio?

En el PRI no es muy común la expulsión de militantes.

Asesinos, narcotraficantes, pederastas y ladrones siguen siendo militantes pese a que sus delitos son públicos.

Los nombres abundan.

En los últimos años, sólo Raúl Salinas de Gortari ha sido expulsado.

Vaya: ni Cuauhtémoc Gutiérrez, a quien Carmen Aristegui exhibió como líder de una red de explotación sexual, fue llevado a los tribunales del partido.

Tampoco fue el caso de quienes abiertamente traicionaron a Javier López Zavala en 2010.

Alejandro Armenta, exdirigente estatal y hoy coordinador de la campaña de la candidata a la gubernatura, tiene los nombres de los desleales y estuvo a punto de expulsarlos en su momento.

No lo hizo por presiones de Mario Marín.

Y sí, en efecto, el propio exgobernador tiene sus derechos intocados, pese al escándalo que lo inmortalizó en el caso Lydia Cacho.

Mario Villanueva, El Chueco, preso por narcotráfico en Estados Unidos, sigue siendo priista.

En idéntica situación se halla Rubén Gil, El Gavilán.

La lista continúa:

Andrés Granier, Humberto Moreira, Carlos Salinas de Gortari.

Ufff.

Éste es el PRI que pretende expulsar a Fernando Morales.

¡Partidazo!

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *