El 24 de febrero de 2017 a las 16:12:19 de la CLABE interbancaria 0473666581 de Banorte, salió medio millón de pesos, a través de una transferencia electrónica, a la cuenta 5579100144294129 en Santander, a nombre de María Isabel Martínez Hermoso, la denominada “voz del Rector” en la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (Buap).
Era apenas una de las transferencias que durante años se efectuaron para triangular dinero de los universitarios a otras empresas fachada para lavar cuantiosos recursos.
La cercanía entre el rector de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, Alfonso Esparza Ortiz y la evadida Martínez Hermoso arrojó utilidades de escándalo, que nadie en México habría obtenido por vías legítimas y legales.
Un conjunto de recibos y transferencias bancarias a los que el columnista tuvo acceso confirman que la relación entre el hombre que ha escondido un complejo proceso de lavado de dinero detrás del discurso de la defensa de la autonomía universitaria y la mujer a la que intramuros impuso y dispuso sin cargo oficial, fue en realidad una complicidad basada en la avaricia sin freno, impúdica.
María Isabel Martínez Hermoso devengaba salarios muy por arriba, incluso, del que un rector como Esparza Ortiz podría alcanzar en una nómina como esa institución, en donde según el tabulador es de 84 mil 648, con ayudas como bono de productividad, incentivo a la permanencia, canasta básica y bono de ayuda académica.
Y se trata de una pieza clave para desenmascarar un saqueo sistemático a las finanzas universitarias, como ya se ha documentado en otras entregas de parabólica.mx.
Sólo en cuatro estados de cuenta de las presuntas empresas factureras utilizadas para triangular recursos, la suma total es de 4 millones 587 mil 148 pesos.
Los 500 mil pesos que obtuvo a principios de 2017, provenientes de una firma de nombre Arrendadora ROES SA de CV es una de las más “modestas” del registro de transferencias de dinero que obra en poder del columnista.
La otra, de una empresa de nombre Consultores en Bienes y Mals S.C.P, por 135 mil pesos, de los que se debieron pagar 38 mil 208.02 al Servicio de Administración Tributaria (SAT) por concepto de impuesto sobre la renta (ISR).
El dinero que salió de esa firma sucedió el 7 de diciembre de ese mismo 2017 y de acuerdo con la orden de pago, se trató del sueldo al empleado número 165017 en un área confidencial, del que quedó constancia en el folio fiscal 138C90C4-38BB-40B2-9DF7-6421D3810771.
Siempre bajo el concepto de “asimilados a salarios”, la mujer que es buscada por la Fiscalía General del Estado cobró honorarios por montos millonarios en al menos 10 empresas fantasma utilizadas por Alfonso Esparza Ortiz, el extesorero, Oscar Gilbón y otros allegados al Rector.
HEBICO SA de CV pagó “servicios de contabilidad de sueldos y salarios” por 2 millones 427 mil 680.79 pesos a la cercana al rector universitario el 28 septiembre de 2018.
Por 30 días pagados, lo que equivale a que esa empresa con domicilio fiscal en Camino Nacional en Cuautlancingo, tenía a la empleada más costosa de la historia, con un ingreso al día de más de 80 mil pesos.
El 28 de abril de 2017 Arrendadora ROES SA de CV también pagó a su “empleada” María Isabel Martínez Hermoso un sueldo de 1 millón 524 mil 468 pesos, lo que significa que la “voz del rector” también pudo hacer cobrado al día casi 51 mil pesos.
De acuerdo con un testimonio que se haya en la tarjeta informativa de la Carpeta de Investigación, Jean Paul Bojalil Matuk, ex esposo de Martínez Hermoso y un ingeniero de nombre Ignacio Cruz Lerma, fueron quienes dotaron de las empresas factureras en las que se incluyeron actas constitutivas, tokens (clave electrónica de cuentas bancarias) y números de Registro Federal de Contribuyentes (RFC) para triangular recursos públicos que salían de la Buap y luego eran devueltos al propio Esparza Ortiz y a Martínez Hermoso, la mujer que se convirtió en el enlace entre los factureros y quienes desde el ámbito universitario dispusieron de cuantiosos recursos.
parabolica.mx escribe Fernando Maldonado