Eilidh McIntyre ganó junto a su compañera Ana Mills la medalla de oro en la prueba de vela clase 470, colocando a Gran Bretaña como la delegación más laureada en la vela con tres preseas áureas, pero más allá de esa hazaña, Eilidh logró su sueño para estar codo a codo con su papá, quien 33 años antes ganó la misma prueba.

Michael McIntyre tuvo un par de participaciones en los Juegos Olímpicos en vela: primero en Los Ángeles 84 en la clase Finn, el regatista británico culminó en el séptimo lugar, pero la revancha llegó cuatro años más tarde, cuando en Seúl 88 terminó en la parte más lata del podio en la clase Star.

Esos fueron sus últimos Juegos a los 32 años de edad. Años después procreó a Eilidh, quien heredó el gusto por el mismo deporte y que el destino le tenía reservado un momento especial como a su padre.

Eilydh McIntyre, regatista de 27 años, acudió a Tokio para competir en vela clase 470 con la ilusión de hacerse de una medalla que se veía muy posible, pues la Gran Bretaña envió a una de las delegaciones más competitivas.

A cuatro días de que concluyeran los Juegos Olímpicos, Eilidh entró en acción junto a Hannah Mills, su comañera que ya se instaló como la velerista más ganadora en la historia de Gran Bretaña, pues obtuvo la presea de plata en Londres 2012 y el oro en Río 2016, así como en estos Juegos junto con Eilydh.

Hannah pudo presenciar a traves de la televisión junto a sus padres la prueba en la que Michael McIntyre ganó el oro en Seúl 88, pues tenía seis meses de edad, aunque es su memoría más remota no haya registro de eso.

LEG

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