La criminal omisión y complicidad del gobierno de Claudia Rivera, que ignoró la alerta sobre la invasión del predio en donde se originó la fuga de gas en San Pablo Xochimehuacán, quedó al descubierto y las responsabilidades criminales deberán deslindarse en torno a esta tragedia.

El gobernador Miguel Barbosa Huerta advirtió que “se va a investigar todo” y que no habrá impunidad.

Esta práctica clientelar y perversa, de beneficiar irregularmente a grupos que pretenden hacerse a la mala de terrenos, tiene visos de haber sido y ser todavía recurrente en el grupo político que ha acompañado a la expresidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco.

Especialmente, en esa junta auxiliar del norte de la capital poblana.

Sobre la situación del predio donde se generó el infierno la madrugada del domingo, el presidente auxiliar de San Pablo, César Juárez González, en septiembre, alertó de los riesgos y condiciones ilegales de esa ocupación a la Secretaría de Gobernación del Ayuntamiento de Puebla, que estaba a cargo de René Sánchez Galindo, quien luego fracasó en su intento de ser diputado federal.

En el oficio SEGOBM- AVC- AJAZN-SPX 178/2020, que entregó el alcalde auxiliar, se informó a las autoridades del gobierno vivanquista que se habían construido asentamientos ilegales y se les pedía que intervinieran.

No lo hicieron y con ello consintieron un acto de despojo. Y es que no hay prueba siquiera de que hubieran contestado la petición.

Pero no es el único caso. Vale reconstruir ligas clientelares del vivanquismo en esa junta auxiliar, en las que varias ocasiones realizó nutridos actos proselitistas.

Clau Rivera apareció siempre al lado del exregidor Jorge Iván Camacho Mendoza, frustrado aspirante a diputado local, pues a pesar de tener ya la candidatura, debió bajarse por el tema de paridad de género.

Iván Camacho fue y es el “operador político estrella” de Claudia Rivera Vivanco en esa zona, y en esa junta auxiliar especialmente.

Desde la campaña de 2018, él forjó alianzas con grupos sociales y clientelares; las promesas de beneficiarlos fueron siempre abundantes.

Algunas se cumplieron y otras definitivamente están fuera de la posibilidad de cualquier autoridad, o entrañan hasta delitos.

Una de ellas, la alianza que el vivanquismo realizó con un grupo organizado, que bajo el pretexto de impulsar el béisbol, ha reclamado por años que se expropie a particulares un amplio predio en el que se ha practicado tradicionalmente ese deporte, más como concesión de buena voluntad de los dueños, quienes también permiten su uso con contrato a comerciantes organizados que por tener la razón jurídica.

Sin embargo, el tema del béisbol ha sido tolerado, aunque se trata de un terreno privado.

El líder de este grupo, Jorge Toledano, junto con un autonombrado dirigente de las Bases Obradoristas, Jorge Herrera, pretende quedarse con ese predio de 13.2 mil metros cuadrados, que está junto a la unidad habitacional.

La promesa de Iván, a nombre de Claudia, para que continúe el apoyo político a su grupo en esa junta auxiliar, es conseguir la expropiación del terreno, que es propiedad de una familia, aunque mantiene un litigio interno, tiene resuelto el expediente de la sucesión.

Cobijados en la falsedad de líderes sociales, Toledano, Camacho y Herrera han prometido que harán ahí un estadio de béisbol, aún y cuando se trata de un despojo cobijado desde y alentado desde un grupo de poder.

Otra vez un tema de coincidencias y de predios de los que no pudo desconocer Claudia Rivera, que ya habrá notado que el año más difícil de su trienio apenas comienza.

 

@FerMaldonadoMX

Parabólica.mx escribe Fernando Maldonado