El Hospital del Niño Poblano (HNP) fue rebasado por la alta afluencia de personas que acudieron por sus dosis de refuerzo contra el Covid-19.
La mala organización fue evidente porque solamente había dos personas encargadas de revisar sus documentos a la gente, lo que provocó un “cuello de botella” en la entrada, a pesar de que había poca gente vacunándose.
Al mismo tiempo, la falta de agentes viales ocasionó problemas viales en la lateral del bulevar por los conductores que se estacionaron en la vía principal.