Por Ricardo Morales Sánchez/laserpientesyescaleras@hotmail.com
Será por la “guerra sucia”, las “campañas de lodo” o por el desinterés de los ciudadanos, metidos más en los problemas propios de la subsistencia diaria, pero lo que se percibe en esta elección es un total desinterés hacia las campañas por la gubernatura.
De acuerdo a los expertos en el área de las encuestas, la participación ciudadana se estima de entre un 43 o máximo 47 por ciento, sin llegar al 50, lo cual resulta lamentable. ¿A quién beneficia esta situación?
Perjudica a todos; el candidato que gane la elección tal vez lo haga con un 42 o 43 por ciento de participación ciudadana, lo cual implica lo siguiente:
Puebla cuenta con un padrón de alrededor de 4 millones 219 mil ciudadanos; si sólo sale a votar el 45 por ciento, estaremos hablando de que votarán poco más de un millón 898 mil ciudadanos; si quien gane obtenga el 42 o 43 por ciento de esta votación, éste o ésta tendrá unos 800 mil votos. ¿Cuál es la representatividad que puede tener alguien cuya votación sólo representa a una quinta parte de los ciudadanos de la entidad?
Ese es un punto muy importante. El ganador representaría a una quinta parte de los ciudadanos de la Angelópolis, un dato importante.
El equipo de Antonio Gali estima que puede ganar la elección si logra conseguir alrededor de 950 mil votos, lo que implicaría obtener poco más del 50 por ciento de los sufragios que se emitirán el próximo 5 de junio.
En el war room de Blanca Alcalá, la meta de “promovidos” que se le puso a Víctor Gabriel Chedraui es de un millón 200 mil votos, lo cual me parece una auténtica locura, ya que implicaría que con ese escaso nivel de participación, la abanderada del tricolor obtuviera una votación de poco más de 60 por ciento.
Parece que el voto switcher se decidirá de último momento, lo que le da aún posibilidades a Blanca Alcalá, aunque remotas, porque no ha despertado al antimorenovallismo.
Sobre los niveles de participación: a continuación reproduzco con autorización del consultor de cabecera del portal Efekto10, David Mendoza, sus escenarios de acuerdo a estos niveles de participación.
Dice así: recopilados los resultados de las encuestas publicadas en el Estado de Puebla, donde el rango de preferencia electoral de Tony Gali oscila entre 40.3 por ciento (Encuesta publicada en Sexenio el 25 de abril) y 48.9 por ciento (última encuesta publicada por Mas Data el 2 de mayo). Lo que indica que si la participación es del:
40 por ciento, Tony Gali en promedio tiene un 44.6 por ciento de la preferencia, con lo que obtendría 752,774 votos aproximadamente.
45 por ciento, Tony Gali en la misma dinámica del 44.6% de la preferencia, obtendría 846,870 aproximadamente.
50 por ciento Tony Gali sólo así, obtendría 940,967 votos.
De acuerdo con David Mendoza y Uno Consultores, las encuestas nos están dando las metas electorales, obviamente las metas electorales promedio, es decir, con un margen de error de 2.5% que señalan los estudios publicados.
Teniendo un escenario probable de 846 mil 870 votos más o menos para el ganador, lo óptimo será tender hacia el futuro deseable y querer llegar ya sea PAN o PRI, como ya dije, cruzar la barrera psicológica de los 850 mil votos.
Nuevamente, si el porcentaje de participación es menor, la meta se desplaza para ambos partidos punteros hacia los 800 mil votos.
Desde el inicio de la campaña la mayoría de las encuestas muestran que la preferencia electoral de Gali oscila entre el 40.3 por ciento y 48.9 por ciento, pero… las encuestas tienen un grado de error que se suma y se resta al resultado electoral. Por ejemplo, la última encuesta de Mas Data señala que Gali obtiene el 48.9 por ciento con un grado de error de +/-2.5 por ciento, por lo tanto puede tener en su escenario no deseable 46.4 por ciento, en su escenario probable 48.9 por ciento y en su escenario deseable 51.4 por ciento. Con todo respeto, difícilmente será una elección donde el candidato obtenga el 50 por ciento más uno de los resultados: el tamaño del pastel con base al nivel de participación no permite ese escenario.
Se puede observar que el candidato de Sigamos Adelante, desde el inicio de campaña, está en su tope, con un promedio de 44.6 por ciento de las preferencias electorales.
Este es un punto a tomar en cuenta, de acuerdo a David Mendoza, y es ahí en donde Blanca Alcalá podría tener alguna oportunidad de triunfar con el voto switcher y la estructura tricolor, si es que ésta se pone a operar a fondo, en un escenario de baja participación ciudadana.