La Quinta Columna

Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam

 

El 21 de abril, quien esto escribe publicó algunas líneas sobre un tema que diariamente va creciendo en el imaginario colectivo: la eventual judicialización de las elecciones poblanas.

Vea el hipócrita lector un fragmento de lo que publiqué entonces:

“Los priistas no descansan.

“Todos los días trabajan en uno de sus objetivos centrales, que no es, precisamente, ganar la elección poblana.

“Están seguros que acumulando prueba tras prueba –denuncia tras denuncia– lograrán, sí, anular los comicios.

Extraña conducta para quienes juran que van muy bien en las encuestas serias –que nadie ha visto–, para quienes vociferan que los panistas están nerviosos, para quienes insisten que Don Beltrone  está comprometido con la campaña.

“(…) Los expertos electorales del partidazo estudian noche y día la forma de nulidad a la que recurrirán en los tribunales.

Y cada vez que pueden, ponen el ejemplo de Colima, donde en los últimos minutos el PAN tiró la elección que no pudo ganar.

“Pésimo ejemplo para el Club de los Optimistas.

“Pésimo mensaje para sus Niños Cantores.

“Pésima estrategia para el Discurso del Triunfo.

“El técnico del Zacatepec, en los años setenta, siempre apostó a no irse a la segunda división.

“Cuando veía el partido final absolutamente perdido les ordenaba a sus jugadores que armaran una gresca en aras de que se suspendiera el juego.

“Tres veces lo logró, pero inevitablemente aquel equipo terminó yéndose a la segunda hasta que desapareció en la nave de los locos.

“En algo se parece el futbol a la política electoral”.

Hasta aquí la larga, pero necesaria cita.

Todos los días el PRI sigue denunciando sistemáticamente al PAN, al gobierno del estado y al órgano electoral en aras de judicializar el proceso.

Ya no quiere ganar, quiere tirarle la charola al merenguero.

No importa si el costo es ir a otra elección.

Sus aliadas en las campañas –Ana Teresa Aranda y Roxana Luna– simplemente no levantan y sólo han hecho el ridículo.

(Agustín Basave, dirigente nacional del PRD, salió con que lo importante no es ganar sino competir y felicitó a su candidata por hacer la campaña más creativa, aunque dos medios locales –El Sol de Puebla y Síntesis– la evidenciaron como una auténtica plagiaria al utilizar sus cabezales con notas hechizas y pésimamente redactadas).

Ana Teresa Aranda, por su parte, se quedó arando en el desierto junto con su operador de turno: Jorge Méndez, compadre y contertulio de René Bejarano, el Señor de las Ligas.

Ana Tere puntualmente lucró con el niño de Chalchihuapan como lo hizo en el pasado Roxana Luna y como lo hizo este día Blanca Alcalá.

Las cosas, pues, no levantan para la Troika y ya se preparan para enfrentar a Tony Gali en el debate de este jueves con una estrategia diseñada en la oficina de Manlio Fabio Beltrones.

Harán nado sincronizado en el mejor estilo de Esther Williams, una vieja actriz de Hollywood que pasó sin pena ni gloria.

Las balas se agotaron.

Los discursos también.

Hoy las integrantes de la Troika lucen cansadas, enfermas y desalentadas.

Una de ella ya soltó el primer llanto en una estación de radio.

No ante los micrófonos, sino ante una conductora de noticias que no sabía cómo calmarla o darle el pésame.

Ufff.

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