Cierra la semana con el peor de los presagios para el periodista que más repudio concentra en Puebla, Arturo Rueda Sánchez de la Vega.

Sin apoyos de donde sostener su narrativa de víctima del poder, no sólo fue abandonado por su círculo sino por entidades que con rigor y oportunidad atienden actos de censura contra quienes ejercemos el periodismo.

En efecto, no existe un sólo pronunciamiento de órganos defensores de periodistas como Artículo 19, la Comisión de Derechos Humanos nacional, estatal, o el Colectivo de Alerta Temprana de Protección a Periodistas y Defensores de Derechos Humanos. El silencio frente a este episodio ha sido la divisa.

Si acaso, Enrique Doger y su deteriorada imagen pública desde que pactó como candidato a gobernador del PRI con el morenovallismo, se limitó a retuitear los alegatos y frivolidades de Rueda e Ignacio Mier Velazco, el otro investigado por la Unidad de Inteligencia Financiera.

La orfandad de Rueda ha marcado como nunca el episodio que puso al desnudo una investigación periodística sobre lo hecho por la que la Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público desde mediados del año pasado y que involucra al presunto y al coordinador de los legisladores de Morena en San Lázaro, Mier Velazco.

De paso cierra la semana con la certeza de que existen al menos tres denuncias penales que lo señalan por presumibles delitos de extorsión: la del coordinador de los diputados priísta, Jorge Estefan Chidiac a quien todo el país vio ser víctima de una petición de 10 millones de pesos y la del presidente de la Comisión de Hacienda en el Senado, Alejandro Armenta Mier.

A esas dos denuncias, se debe añadir la que la Unidad de Inteligencia Financiera interpuso por presunto delito de manejo de recursos de procedencia ilícita, reveló la investigación de los reporteros Víctor Hugo Arteaga y Néstor Ojeda, que la media tarde de ayer estuvieron en el Congreso del Estado.

La columna parabolica.mx de este martes reveló la existencia de al menos cuatro inmuebles a nombre del belicoso columnista, con escrituras debidamente notariadas por un valor superior a los 7 millones de pesos, recursos cuyo origen aún no existe explicación lógica.

No son los únicos bienes que posee porque ex integarntes de su entorno narraron los mecanismos utilizados para apropiarse de un predio en el fraccionamiento Las Haras a cambio de tráfico de influencias y la que posee en el Bario de Los Sapos, en el Centro Histórico.

Limitaciones intelectuales y periodísticas han llevado al personaje a enfrascarse en una discusión estéril en redes sociales con detractores que conocen su derrotero desde los medios, componendas y formas de ejercer la profesión sin detenerse a ver lo obvio: detrás de él no existe absolutamente nadie que esté dispuesto a ofrecer apoyo, solidaridad o acompañamiento.

El fin de semana supondrá una calma, tensa para quien se ha visto involucrado en tramas delictivas de las que se ha documentado con solvencia.

El capítulo final de este episodio está aún lejos de ser escrito. No hay aún vencedores ni vencidos y habrá que esperar el desenlace.

 

@FerMaldonadoMX