El coordinador legislativo del grupo parlamentario de Morena, Ignacio Mier Velazco volvió a tener deslices declarativos para justificar la detención de su socio, el imputado de extorsión Arturo Rueda, director aún de Diario Cambio.

La versión del diputado que antes fue líder del PRI en Puebla no resiste el más elemental de los análisis. Como lo dicta el manual, se dijo perseguido político y víctima de un complot, una injusticia del sistema.

Las evidencias del uso discutible de la línea editorial del diario para obtener dinero sucio y poder están a la vista de todos, menos del personaje que ya ha dado muestras palmarias de incapacidad para hacer control de daños y gestión inteligente de crisis políticas recurrentes.

Ocurrió con la legisladora que palomeó y está detenida por presunto tráfico de armas; también con el mando policiaco en el gobierno de su hijo en Tecamachalco, acusado de homicidio de tres agentes ministeriales; y ya ni se diga en su torpe defensa del ex diputado federal acusado de abuso sexual en contra de menores -dijo que no se sabía si había sucedido en horario laboral-.

“… claramente se ve un ejercicio de franca extorsión, ‘págame para no publicar’ ¿Pues qué estaba haciendo tu socio Ignacio, sino eso?, le revienta Carmen Aristegui en la emisión de este lunes.

Torpe, titubeante, descompuesto repitió el argumento falaz del “libre albedrío”, para escurrir responsabilidad en la conducta sistemática de quien se encuentra en prisión para enfrentar proceso penal.

Hubo empresarios restauranteros a quienes les pidió 50 mil pesos mensuales para no desacreditar sus negocios y empresas; ediles de todo signo partidista. Basta ver la línea editorial y el golpeteo en redes para saber quien había caído en el juego y manipulación.

Extraña forma de ver el “libre albedrío” del socio de quien conduce el grupo legislativo mayoritario en San Lázaro. Mucho pareció cobro de piso, al más puro estilo de la delincuencia organizada.

Experto en al arte de la intriga y la manipulación, en la última columna que el imputado publicó volvió a sentirse perseguido político. A sus lectores les negó el derecho de saber que la causa penal por el video de 2015 al que se refiere Aristegui y que incomodó a su socio, estaba vigente.

Tampoco les compartió que la red de protección que le dispensaron los gobiernos de Rafael Moreno Valle, Antonino Gali y hasta Miguel Ángel Osorio cuando fue Secretario de Gobernación con Enrique Peña Nieto, se había desvanecido y con ello el sueño de extender la sombra de impunidad.

La versión de Mier Velazco de haberse desvinculado del diario Cambio y de su director deberá caer conforme avancen las indagatorias.

El 28 de febrero, luego del cateo efectuados por agentes de la Fiscalía Especializada en Operaciones de Recursos de Procedencia Ilícita en INGECORP, la empresa del ex auditor Francisco R., se encontraron evidencias suficientes para abrir una nueva carpeta de investigación por el presunto delito de lavado de dinero.

No sólo eso. Se constató que el ex auditor era aún quien manejaba la contabilidad del periódico de Rueda y del presunto perseguido político, Mier.

Los datos, confiaron al autor de la columna, son abundantes y corren en paralelo a la investigación que revelaron los periodistas Néstor Ojeda y Víctor Hugo Arteaga en la Ciudad de México.

La relación y sociedad entre Francisco R., el director del medio utilizado para golpear y presuntamente para extorsionar y el personaje en Morena que se dice víctima de una mala intención, gozaba de cabal salud.

 

@FerMaldonadoMX