El dolor de estas madres no tiene nombre. Si se te muere tu pareja, eres viuda o viudo; si se te muere alguno de tus padres, eres huérfano o huérfana. ¿Pero cómo llamamos a los padres y madres a los que se les muere un hijo?

Desde el inicio de la guerra contra el narcotráfico, en 2006, en México se han registrado más de 80 mil desapariciones. En este país no es el Estado Mexicano el que busca, son las familias.

En 2014, en Sinaloa, surge el grupo de Las Rastreadoras de El Fuerte, un colectivo de madres que busca a sus hijas e hijos desaparecidos.

Tres años después su fundadora, Mirna Nereida Medina, encontró a su hijo Roberto Corrales. Sólo hallaron una parte de su cuerpo. Un año después, en su aniversario, regresaron a buscar los demás restos de Roberto.

Con estos datos escalofriantes es como inicia esta película “Te nombré en el silencio”, del director José María Espinosa de los Monteros.

Platicando con José María, me contó que este proyecto nació gracias a un cortometraje que filmó sobre la normalización de la violencia en el estado de Sinaloa. Estuvo entrevistando a víctimas de la región y así fue como llegó con Mirna, la líder del grupo de Las Rastreadoras de El Fuerte.

Esto fue un 14 de julio de 2014 cuando desapareció Roberto Corrales. Su madre, Mirna, se acercó a las autoridades en busca de ayuda, pero se la negaron. Junto a otras madres funda este colectivo.

Este largometraje es una mirada íntima al día a día en la lucha por mantener la llama de la esperanza y la fuerza para seguir buscando a sus seres queridos.

José María Espinosa de los Monteros Tatto nació en Culiacán, en 1989. Es fundador de Cinema del Norte, una productora independiente que busca descentralizar y promover la producción cinematográfica en el norte de México. Debutó como guionista y director con el cortometraje “Whippet”, y en 2017 dirigió su segundo cortometraje “José X”.

Hoy se ha normalizado esta situación al verla diariamente en los periódicos locales, nacionales y en televisión.

Javier Valdez, un periodista que le dio voz a cientos de madres que buscan a sus hijos desaparecidos a través de sus libros e investigaciones, fue también inspiración para este documental.

Lamentablemente, fue asesinado por su labor periodística en 2017, pero gracias a él y a su trabajo se tomó la idea de transformar las cifras frías –más de 60 mil desaparecidos y 250 mil muertos– en historias de carne y hueso.

Ustedes dirían y ¿eso a mí qué? Pues muchas personas pensaban así hasta que la persona desaparecida era de su familia.

Esta historia es la realidad de muchas madres que hoy empoderadas, con unos pantalones bien puestos, buscan a sus hijos a pesar de enfrentarse a situaciones que ponen en riesgo su propia vida, cada vez que salen a los terrenos solitarios en busca de alguna pista de algo que les pertenecía y que les fue arrebatado.

La columna de esta semana ha terminado pueden ir en paz.

 

El Confesionario

Por: Ray Zubiri