Entre 2018 y 2022, el espacio fiscal de las entidades federativas disminuyó en 27.5%, lo que implicó una limitación en la capacidad de los gobiernos estatales para la creación de política pública ante el surgimiento de necesidades emergentes, reveló un estudio realizado por el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).

Para 2022, se estima que los gobiernos estatales cuentan con ocho mil 633 pesos por persona en promedio para atender las necesidades coyunturales de la población, mientras que para 2018, el monto ascendía a 11 mil 906 pesos. Dicho retroceso fue equivalente a una disminución de 3 mil 273 pesos en el espacio fiscal de los estados.

Infografía: Juan Ángel Espinosa

El CIEP atribuyó la caída a una disminución del 17.2% de los ingresos y un retroceso del 9.1% de los gastos ineludibles de los estados, bajas asociadas a la llegada de la emergencia sanitaria y económica derivada de la pandemia del Covid-19.

“El espacio fiscal es el presupuesto disponible con el que cuentan los estados para ofrecer bienes y servicios y atender, principalmente, situaciones de coyuntura y la creación de nuevas políticas públicas”, explicó Alberto Pérez Pacheco, coordinador de investigación en el CIEP.

El espacio fiscal se entiende como los recursos disponibles no comprometidos en el presupuesto anual de las entidades que sirven para políticas públicas de coyuntura o de nueva creación.

Por ejemplo, planteó Alejandra Macías, directora ejecutiva del CIEP, si se da una emergencia como un huracán o un terremoto, los estados tienen los recursos para atender la situación a partir de los recursos disponibles en el espacio fiscal.

El espacio fiscal se obtiene de la diferencia entre los ingresos totales de los estados (tributarios y no tributarios) y los gastos ineludibles (recursos etiquetados por la federación, como los recursos que se destinan al pago deuda pública, las pensiones y jubilaciones).

Aunque el promedio nacional del espacio fiscal se ubica en 8 mil 633 pesos per cápita, el estudio apunta a que hay heterogeneidad entre los estados, cuyas brechas representan limitaciones aún mayores.

“Hay casos tan drásticos como el de Chiapas, donde su espacio fiscal para 2022 es de mil 883 pesos, entonces este estado tiene muy poco margen de maniobra para ofrecer bienes y servicios a las población” durante todo un año, se expuso en la presentación del estudio.

En contraste, Colima se posiciona como la entidad con mayor espacio fiscal, cuyo monto per cápita se ubica en 13 mil 876 pesos para el ejercicio 2022.

El CIEP planteó que ante el surgimiento de la pandemia de Covid-19, los limitados recursos disponibles en las entidades impidieron la implementación de acciones diferentes a las que se tenían hasta antes de la emergencia sanitaria.

“Gran parte de la atención a la emergencia se dejó a las entidades federativas, quienes ya estaban limitados y con distintos niveles de endeudamiento”, se lee en el documento.

Ante los limitados espacios fiscales de los estados, el CIEP consideró que para lograr la recuperación de recursos estatales disponibles no comprometidos, será necesario que los gobiernos estatales y locales refuercen la recaudación de impuestos de la tenencia y el predial.

“La expansión del espacio fiscal de los estados les permitiría financiar la reactivación económica tras la pandemia. Además, podría financiar las necesidades de recursos para cerrar brechas de cobertura en educación y salud, aumentar los recursos destinados a infraestructura, y financiar el propio gasto en pensiones”, puntualizó.

 

LEG

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