Por Ricardo Morales Sánchez / laserpientesyescaleras@hotmail.com
Una vez concluido el único debate que habrá entre los candidatos a la gubernatura de Puebla, éstas son mis conclusiones.
- Se trató del mejor debate que hemos visto (al menos el círculo rojo) en la breve historia de este tipo de encuentros y rebasó por mucho las expectativas. Vale la pena felicitar al IEE por tener la altura de miras para hacer flexible este ejercicio de opinión pública.
- Tony Gali, el candidato de la alianza “Sigamos Avanzando” y puntero de la contienda, se aplicó al “librito”; es decir, se dedicó a administrar esa ventaja, fue acertado en responder a los ataques, únicamente y de manera puntual le hizo caso a Blanca Alcalá e ignoró a los demás y “blindó” su voto.
- Blanca Alcalá dejó pasar, para mi gusto, su última oportunidad. No acertó a dar el tan ansiado golpe que le diera el despegue a su campaña, no encontró la fórmula y divagó, sin ir al fondo de la cosas.
- Ana Teresa Aranda ganó el voto blando en la contienda y confirmó lo que ya se había mencionado: que su participación no le quita votos a Tony, sino a Blanca. Ambas fueron hoy por ese mercado electoral y la ganadora de ese segmento sin duda fue La Doña.
- Roxana Luna empezó bien y vino a menos. Arrancó de manera contundente al señalar a sus cuatro adversarios de comparsas del morenovallismo, por los casos Chalchihuapan y de presos políticos, pero posteriormente perdió la “brújula” e incluso titubeó en múltiples ocasiones.
- Abraham Quiroz: una completa decepción y a ver si no se cae en la recta final del proceso, cediendo también espacios a favor de Ana Teresa Aranda, la gran triunfadora del encuentro que vimos ayer.
Dos fueron los golpes fuertes que Gali le propinó a Blanca Alcalá. Uno, cuando vinculó a la exalcaldesa de Puebla con el exgobernador Mario Marín Torres y exhibió en plena transmisión una foto de la candidata del PRI a casa Puebla con el exmandatario.
El otro, cuando la abanderada del tricolor habló sobre el patrimonio de su adversario y exhibió su casa, pero dijo que no había presentado su declaración patrimonial. Hábilmente, Gali lo hizo dos horas antes de llegar al encuentro con sus adversarios; Blanca lució desinformada.
Un tercer golpe sin respuesta fue cuando la candidata del PRI a casa Puebla, habló sobre la concesión del Agua Potable a favor de Agua de Puebla y acotó que se trataba de un negocio de la actual administración y Gali le recordó que la pasada heredó pasivos de la paraestatal Soapap por tres mil millones de pesos y que fue utilizada como “caja chica”.
En términos generales creo que el debate cumplió con su objetivo, no creo que haya tenido un alto nivel de penetración, ni que vaya a incidir en las actuales tendencias, pero sin duda para el “círculo rojo” resultó bastante entretenido.
Todo parece indicar que la campaña 2016 entra en su recta final, ya sin mayores sobresaltos; nadie puede decir que este “arroz ya se haya cocido”, pero sin duda para Gali es una meta más superada.
En los últimos 15 días de campaña sin duda arreciará la guerra sucia y el costo para el perdedor de la batalla será, como ya lo dije, bastante alto.