La evolución para la movilidad sostenible va con pasos firmes y no solo contempla un desempeño emocionante y autonomía apabullante, también requiere de propuestas atractivas a la vista, Este conjunto de requerimientos lo entendió Kia y lo plasmo en la segunda generación de Niro, híbrido que tuvimos oportunidad de probar en su llegada al país.

Con una ruta en carretera para corroborar sus bondades después de la ignición, nos dispusimos a ver los aciertos de esta nueva generación que en el diseño exterior acertó gratamente.

Un frontal donde se elimina la parrilla y los faros pasan de tener una forma circular a una más cuadrada, luz diurna por la periferia baja y los prominentes ópticos de niebla desaparecen para mantener unos más simples en la parte baja de la parrilla inferior, la cual está pensada para sacar un mejor desempeño aerodinámico.

Los neumáticos y los rines le dan un carácter de mayor deportividad. Un nuevo diseño de 18 pulgadas también favorece la conducción para ser más eficiente.

Uno de los sectores que más llaman la atención es el toque bitono entre el pilar C y D, mismo que contiene las calaveras en forma de boomerang, y de manera muy discreta, una toma de aire funcional.

Un alerón en la parte superior y un difusor estético en la parte baja hacen más.

Al interior vemos una renovación total, para bien y no también en algunos puntos. El volante es totalmente nuevo y característico de los vehículos electrificados de la marca para el futuro. Un detalle que gusta es el botón de los modos de manejo en el timón.

Un acierto enorme es la pantalla panorámica que une al clúster y la pantalla central, cada una con una medida de 10.25 pulgadas. Un toque futurista y que le viene bastante bien.

Consola central con terminado en negro piano, dos portavasos y compartimento central. La palanca para los cambios sobresale, pero ahí es donde rompe un poco con el conjunto. Un tanto simple, estilo martillo, pero diferente a lo visto en Rio o Forte. Un modelo más atrevido habría sido mejor.

El espacio es generoso. Los asientos confortables, tapizados en piel y el quemacocos es un infaltable para mayor sensación de espacio. Dicho sea de paso, los materiales usados en el techo son de plásticos reciclados en un 56%.

La conducción, en términos generales, mejora, no hay duda. Respecto a la generación anterior, la entrega de potencia se percibe con más inmediatez. En combinación con una mejor insonorización y mejores materiales del bloque, hay mucho menos ruido proveniente del capó.

La dirección es ligera, los cambios de marcha fluidos y la suspensión más suave de la cuenta, algo que tiene dos vertientes: la primera, y la positiva, es que a altas velocidades y por caminos que carecen de cuidados, reduce el impacto considerablemente para mantener una comodidad destacada. Sin embargo, también se percibe que en curvas a alta velocidad, su adherencia puede fallar. Los asistentes ayudan a mejorar este aspecto, aunque no deja de ser algo a tomar en cuenta.

La autonomía es destacada. Con el modo sport en un viaje a Querétaro ida y vuelta desde la CDMX, se promediaron cerca de 25 km/l, cifra más que buena.

Durante el manejo, las asistencias y suite de seguridad ADAS dan mayor confianza a quien lleva el volante, pero desactivar algunas de estas hará que la experiencia sea mejor al tener un estilo más puro.
Para estos días contar con un aliado en el rendimiento de combustible es más que bienvenido, ahora, si va de la mano con tecnología y un diseño original, Niro se asoma como una opción interesante.

FICHA TÉCNICA
KIA NIRO 2023
679,900 pesos

MOTOR
De gasolina: 1.6L ciclo Atkinson
Eléctrico: de imán sincrónico permanente
139 caballos de fuerza
195 lb-pie de torque
Transmisión de doble embrague
6 velocidades

SEGURIDAD
8 bolsas de aire
Evasión de colisión de punto ciego
Mantenimiento de carril asistido

TECNOLOGÍA
Pantalla panorámica: cluster 10.25”, pantalla central 10.25”
Compatibilidad Apple y Android
Iluminación ambiental

LEG

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