Mientras que Manlio se limitó a acusar un supuesto amedrentamiento a ediles, Gamboa justificó su ausencia en campaña
Por Mario Galeana
Fotos ÁNGEL FLORES/AGENCIA ES IMAGEN
Los puños más poderosos de Blanca Alcalá Ruiz en el PRI quedaron sin fuerzas.
La candidata logró que el presidente nacional del partido, Manlio Fabio Beltrones, y su padrino político, Emilio Gamboa Patrón, pisaran ayer la capital del estado, pero su visita ha dejado un amargo sabor de boca entre la militancia priista.
Mientras el primero se limitó a acusar un supuesto amedrentamiento por parte del gobierno del estado en contra de los presidentes municipales emanados del PRI, el segundo atribuyó a un problema personal su ausencia en los 45 días de campaña de su pupila.
Las voces en columnas periodísticas que han subrayado el vacío del coordinador de la fracción parlamentaria del PRI en el Senado de la República dentro la campaña de Alcalá Ruiz obligaron ayer a Gamboa Patrón a justificar su ausencia y, en todo caso, esa ha sido su declaración más relevante.
“Me ausenté no sólo en esta campaña, sino de todas las campañas. Fue por una necesidad muy personal que, afortunadamente, estoy casi seguro de que ya salimos adelante. Pero quiero decirles: Blanca no necesita de mi presencia física; la tiene moral, la tiene siempre que me necesite”, dijo.
A su lado, en una larga mesa dispuesta para la conferencia de prensa, la senadora con licencia asintió con la cabeza y sonrió de manera tímida.
Beltrones Rivera cumplió, con la de ayer, su tercera vista al estado, pero el discurso que emprendió desde su primer arribo no se ha endurecido, contrario a lo que podría esperarse en una campaña donde las encuestas ubican a Alcalá Ruiz por hasta 13 puntos porcentuales por debajo de Antonio Gali Fayad, el candidato por la coalición Sigamos Adelante.
Sobre los estudios de intención del voto, el presidente nacional del PRI dijo, una vez más, que aquellos que favorezcan a Gali Fayad buscan manipular la percepción de los votantes en Puebla.
E inició, una vez más, el recuento de críticas hacia la administración estatal, que lo mismo van desde el programa de fotomultas hasta las obras “suntuarias”.
También desestimó las denuncias por posible coacción del voto que el PAN presentó en contra de funcionarios de Prospera, y retó al blanquiazul a demostrar que son reales.
Beltrones Rivera dijo que su visita obedecía al propósito de denunciar actos de hostigamiento por parte del gobierno del estado en contra de los presidentes municipales priistas, a los que se les amaga –dijo– con auditorías e incluso investigaciones que los relacionen con el crimen organizado, como los huachicoleros, que han asolado las regiones de Tepeaca, Amozoc, Acatzingo, Palmar de Bravo y Tecamachalco.
En lo que supone una acusación en contra del exsubsecretario General de Gobierno (SGG) Fernando Morales Martínez, hijo del exgobernador Melquiades Morales y hoy adherido a la campaña de Gali Fayad, el presidente nacional del PRI dijo que funcionarios y “exfuncionarios” que solicitaron licencia “andan haciendo de las suyas, tratando de amedrentar a los presidentes municipales”.
“De ahí surgió la idea de que el Comité Ejecutivo Nacional del PRI, acompañado de uno de sus más importantes integrantes, como es el coordinador de la fracción parlamentaria de los senadores priistas, estuviéramos aquí”, explicó.
En la conferencia de prensa, Beltrones Rivera negó un posible acuerdo político entre el secretario de Gobernación (Segob), Miguel Ángel Osorio Chong, y el gobernador Rafael Moreno Valle, pero pidió al gobierno federal mantenerse al margen del proceso.
“Que se alejen de lo que es la tentación de apoyar a su partido político”, dijo Beltrones.
El puño más importante del PRI en México guardó el picor al final de su intervención y dijo, aunque sin señalarlo por su nombre, que Moreno Valle debió “haberle dado clases para gobernar bien” a Gali Fayad, pero lo único que éste último tomó fueron “clases de baile y canto”.
Al final, un empleado de comunicación del exdelegado de la Sagarpa en Puebla, Alberto Jiménez Merino, preguntó a Beltrones Rivera si solicitarían la intervención del SAT ante los bienes reportados por Tony Gali Fayad.
Pero el líder nacional del Revolucionario Institucional, como lo hizo casi a lo largo de toda la conferencia el mismo Gamboa Patrón, guardó silencio y omitió la pregunta, que quedó olvidada entre una ola de porras hacia la candidata del partido por el gobierno de Puebla.
Beltrones Rivera omitió, al final, la pregunta que Gerardo Pérez, empleado de comunicación del exdelegado de la Sagarpa en Puebla, Alberto Jiménez Merino.
Sí: los puños más poderosos de Blanca Alcalá Ruiz en el PRI quedaron sin fuerzas.