El senador Alejandro Armenta está por conseguir con éxito la encomienda de la gestión de reconstruir el puente entre el presidente Andrés Manuel López Obrador y el coordinador de los senadores de Morena, Ricardo Monreal Ávila, distanciado desde hace más de dos años.

De acuerdo con la siempre informada columna Teléfono Rojo del periodista José Ureña en 24 Horas El Diario Sin Límites, se adelanta que “el plan es dar cumplimiento al compromiso avanzado el mes de octubre porque ¿saben ustedes?, en Tabasco “hay veda de chipilín”.

La referencia a esta planta originaria de Centroamérica y el sur de México, rica en minerales, hierro, calcio y magnesio, tiene que ver con la solicitud de Armenta el pasado 7 de septiembre al secretario de Gobernación, Adán Augusto López Hernández en su visita al Senado de la República a una semana de haber instalado el periodo ordinario.

“Armenta me acaba de pasar un papelito. Dice: que nos invite a comer un tamal de chipilín. Nada más que ahorita, ahorita hay veda de chipilín. Entonces no se puede”, dijo López Hernández en aquella ocasión, frente al grupo parlamentario de Morena y sus aliados en el Verde y Partido del Trabajo.

El compromiso del reencuentro está previsto para el mes de octubre, no por fortuna para días de muertos en los primeros días de noviembre, por la connotación mortuoria evidente que significaría una señal inequívoco.

Sobre todo teniendo en primer lugar a un coordinador senatorial que cada día parece requerir mayores dosis de oxígeno artificial por el evidente desahucio de las aspiraciones presidenciales para 2024.

“Yo me comprometo a decirle hoy mismo, a transmitirle al Presidente, e inmediatamente comentarle a Ricardo (Monreal) y confirmarles qué día podría ser esa reunión… Además, creo que ya nos hace falta, llevan como dos años y medio que no hay una reunión de los legisladores de todo el movimiento”, dijo en ese encuentro el titular de Gobernación a sus interlocutores.

Desde luego el compromiso de recibir al grupo de senadores en Palacio Nacional para degustar los tamales de chipilín, tan apreciados en la clase política tabasqueña, tiene un transfondo que no debe obviarse.

Se trata de la aprobación de la iniciativa de reforma al Quinto Transitorio para permitir que el Ejército permanezca en las calles en tareas de seguridad pública hasta 2028, de la que se habló en esa reunión en la primera semana del mes de septiembre.

“No hay en todo el país un cuerpo de seguridad pública más profesional que ese. Desgraciadamente hemos de reconocer que hemos ido perdiendo la batalla contra la inseguridad, porque no fuimos capaces en su época, no nosotros, los gobiernos que antecedieron, de fortalecer y profesionalizar las policías; desde la policía municipal hasta las policías estatales y federales”.

Independiente de ello el poblano está por conseguir lo improbable, antes de la reforma efectuada en el Senado de la República, lo que parecerá abonar de manera satisfactoria para cumplir con los propósitos planteados. Está por verse.

 

@FerMaldonadoMX