Los damnificados no se cuentan ni con los dedos de las manos. Si caso, dos visibles que; sin embargo, han pretendido hacer ruido, colgándose prendas de las que carecen, personales y políticas.

Traen los bolsillos llenos de dinero y, secuaces, truculentos que enriquecieron al amparo de cargos públicos y negocios inconfesables. Escasa o nula honorabilidad y margen en la esfera política, minúscula. Más que la afinidad ideológica o el sentimiento personal, están unidos por un lazo más fuerte: la complicidad.

Son la ex presidenta municipal, Claudia Rivera Vivanco que vive de los fueros idos, arropada aún por un grupo minúsculo, adicto a ideas trasnochada, militante ciega o al dinero abundante que viene de proveedores o acuerdos debajo de la mesa en el trienio 2018-2021.

El otro es el del coordinador de los diputados de Morena, Ignacio Mier Velazco, notoriamente desdibujado en el trabajo fino en Cámara de Diputados para sacar las iniciativas interés de Presidencia de la República, que será motivo de otro análisis a partir de la regencia constante del secretario de Gobernación Adán Augusto López Hernández.

La capacidad estentórea en redes o declaraciones de banqueta se quedó sin sonido y sin estridencia. Mutis total en ambos casos desde el fin de semana cuando la militancia de Morena y sus cuadros notables corearon el nombre de la jefa de Gobierno, Claudia Sheimbaum Pardo, la más aventajada competidora por la candidatura a la Presidencia de la República por ese partido.

No lo advirtieron ni lo vieron venir. Un moviente rápido que cundió en redes sociales y luego espacio de opinión permitió ver una acción tan inesperada como efectiva: el apoyo temprano a la Jefa de Gobierno de la Ciudad de México dejó constancia notoria.

Fueron cinco asambleas distritales y, de acuerdo con el presidente de la Junta de Gobierno y Coordinación Política, Sergio Salomón Céspedes, irán en aumento con el paso de los próximos fines de semana.

No existe precedente en el país de que la militancia, consejeras y consejeros hayan pronunciado el nombre de quien posee la condición de aspirante más consolidada para alcanzar la candidatura de Morena a la Presidencia de la República.

Persistente en su idea de convertirse en factor en Puebla, enlace entre la Jefa de Gobierno, la ex presidente municipal posteó en una cuenta en Facebook Mujeres tejiendo historias un video de 45 segundos ensalzando, mal actuada, la figura de la Sheimbaum con la etiqueta #Claudizate, con resultados pobres.

Mier Velazco, quien desde sus cuentas en redes se ha mostrado más como comparsa de actores de la vida nacional que como el operador eficaz que la Presidencia requiere, presumió una cercanía relativa cuando fue invitado a la ceremonia de salida del primer tren proveniente de China en la línea 1 del Metro de la Ciudad de México.

Rivera Vivanco y Mier Bañuelos ya pueden asumirse solos, en medio de un páramo incierto, acaso dibujado por nuestro admirado Juan Manuel Serrat: “De vez en cuando la vida nos gasta una broma y nos despertamos sin saber qué pasa, chupando un pavo sentado sobre una calabaza”.

 

@FerMaldonadoMX