Fue alrededor de las 13:40 horas del 12 de septiembre del 2010, cuando fue asegurado en el territorio poblano, Sergio Barragán Villareal “El Grande”, operador el cártel de los hermanos Beltrán Leyva, quien fue extraditado a los Estados Unidos y actualmente es protagonista como testigo del llamado juicio del milenio.
Se trata de la ofensiva de la justicia norteamericana contra Genaro García Luna, director de la Agencia Federal de Investigación (AFI) durante el Gobierno de Vicente Fox (2000-2006) y titular de la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) durante el sexenio de Felipe Calderón.
El 12 de septiembre de 2010 en el lujoso fraccionamiento “Puerta de Hierro” en la capital poblana descendió un helicóptero de las fuerzas federales para llevarse al capo que en sus primeras declaraciones en la Corte de Nueva York, afirmó que líderes del Cártel de Sinaloa entregaban maletas y bolsas negras cargadas de miles de dólares al funcionario panista en una casa de seguridad al sur de Ciudad de México.
Barragán Villareal también reveló que García Luna fue secuestrado por miembros del Cartel de los Beltrán Leyva debido al favoritismo que tenía para con Joaquín “El Chapo” Guzmán y el Cartel de Sinaloa.
De acuerdo con diversas versiones, “El Grande” pretendía instalarse en Puebla en aquel entonces, como un sitio neutro en las pugnas entre los criminales del país.
Políticos
El Grande y su captura en el territorio estatal, no son las únicas ligas de Puebla con el ex titular de la Secretaría de Seguridad Pública Federal, Genero García Luna, también están algunos políticos y mandos policiales ligados a su grupo.
Uno de ello es el polémico Javier Lozano Alarcón, quien fue compañero del Gabinete federal en tiempos de Felipe Calderón Hinojosa como presidente de México y quien no ha emitido un posicionamiento respecto al juicio que se desarrolla en Nueva York.
Además, fue también jefe directo de Facundo Rosas Rosas, ex titular de la SSP estatal, quién escaló en la estructura de la extinta Policía Federal, hasta llegar a ser Comisionado General, lo que abrió el paso para ser colocado junto a su jefe García Luna, Luis Cárdenas Palomino y Joaquín “El Chapo” Guzmán, por el operativo “Rápido y Furioso” para que ingresaran al país 2 mil 500 armas de manera ilegal.