Las becas para estudios de Posgrado en el extranjero que otorga el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (Conacyt) han visto una reducción de 47% en el actual sexenio, en medio de un discurso gubernamental que reprueba a los letrados en el exterior del país.

De acuerdo con datos obtenidos por transparencia, en los primeros cuatro años del presidente López Obrador (2019 a 2022) se otorgaron 14 mil 178 becas del Conacyt para estudios en el extranjero, mientras que en los últimos cuatro de Enrique Peña Nieto (2015 a 2018) se dieron 26 mil 778, una reducción de 47%.

En el discurso, el presidente López Obrador ha sido un crítico de quienes estudian en el extranjero, llegando a señalar que le han hecho un gran daño al país.

Por ejemplo, el 18 de julio de 2020 afirmó: “como el asunto de los que van a estudiar al extranjero. El hijo del Padrino, según la novela de Mario Puzo, estudió en el extranjero, lo mandaba el Padrino a que estudiara. Y así, los que más daño le han hecho al país son los que supuestamente tienen más conocimiento sobre el manejo de la economía, son los que han acabado con el país”.

Mientras que el 5 de agosto de 2021 señaló: “imagínense, los que han estudiado en Harvard o en otras universidades del extranjero y aprenden a robar, a eso van, o a ayudar a que roben otros y que ellos reciban migajas del botín. ¿Para qué entonces estudiar en esas circunstancias? Pero existe esa mentalidad, es una mentalidad elitista, clasista, racista”.

En contraste con las cifras para el extranjero, según información del Conacyt, actualizada hasta 2022, en el mismo periodo del presidente AMLO van 292 mil 344 becas para estudios nacionales entregadas a estudiantes de Posgrado, mientras que en los últimos cuatro años de EPN sumaron 287 mil 29.

Aunque las cifras entre apoyos nacionales y para el extranjero son dispares, aún así se otorgaron apenas 5 mil 315 becas nacionales más que en el sexenio de Peña… contra las 12 mil 965 becas que se dejaron de dar para estudiar en el exterior del país.

En 2018, último año de gobierno de EPN existían 14 opciones para acceder a una beca de Posgrado y, un año después (el primero del presidente Andrés Manuel López Obrador) se redujeron a 10… aunque creó otra modalidad, con convocatorias divididas por regiones del país, dirigida sólo a estudiantes que radicaran en alguno de los estados de dichas zonas.

Mientras que conforme fue avanzando la administración morenista, en 2020 y 2021, el Conacyt sólo abrió seis tipos de becas y nueve para 2022.

Para Brenda Valderrama, investigadora del Instituto de Biotecnología de la UNAM, la educación en general pasa por una crisis numérica y cualitativa, por un lado se está desmantelando todo el sistema de asignación de becas basados en el desempeño, al tiempo que se vuelven a entregar becas universales, desligadas de las instituciones.

La investigadora precisó que lo anterior no permite dar seguimiento al estudiante, lo que implica, en el posgrado, que ahora quienes tengan mal desempeño van a seguir siendo beneficiados por la beca, porque ya no se impide a través de las instituciones, cómo eran los años 80.

Valderrama aseguró que además de que las becas de posgrado se redujeron en número, también sucedió cualitativamente, porque ya no se otorgan para todas las áreas del conocimiento, sino principalmente para salud… Y especialmente para acudir a Cuba.

“Estamos viendo un cambio de paradigma, como todo en este Gobierno con respecto a lo que es la educación superior”, dijo.

DÉFICIT DE INVESTIGADORES

En ese sentido, perfiló que si se siguen retirando los apoyos, como becas a Posgrado, se pueda registrar un vacío generacional en algunos años.

“De por sí ya lo estamos viendo, la edad promedio en los centros e institutos de investigación es de 60 años; durante 15 o 20 años no se crearon plazas para investigadores, entonces ahí tenemos un bache tremendo.

Luego se crearon las cátedras Conacyt, con mil 500 investigadores, de los cuales se despidió a 500 y se recontrataron, pero ya no para investigación, sino para los proyectos del Presidente”, dijo.

“Cuando esta generación se jubile, la de los 60 años, que ocurrirá en los próximos diez, el problema es que no va a haber nadie que retome todo ese conocimiento, toda esa experiencia”, agregó.

CUESTIÓN DE RECURSOS

En octubre de 2020, mediante decreto presidencial, el Conacyt recibió la sentencia de extinguir los fideicomisos que gestionaba (por miles de millones de pesos) y devolverlos a la Federación, que servían para financiar diversos rubros, como proyectos de investigación y becas.

Raquel (nombre cambiado a petición de la entrevistada), empleada del Conacyt, recuerda bien esa época: “como locos empezamos a contactar a los investigadores que tenían proyectos en puerta, para que los presentaran y pudieramos financiarlos. Literal les dijimos que o los metían ya o no iba a haber financiamiento”.

El 5 de agosto de 2022, ya extinguidos los fideicomisos, la directora general del Conacyt, Elena Álvarez Buylla, compareció ante diputados federales, donde fue cuestionada sobre el destino de los recursos devueltos a la Federación.

“Parte de esos recursos fueron invertidos con esta claridad y eficiencia, y el resto de los recursos, pues regresaron a donde tenían que estar; a los recursos disponibles de la Tesorería de la Federación para proyectos prioritarios del Gobierno federal, incluyendo los de ciencia y tecnología”, fue la respuesta de la funcionaria.

Entre los proyectos prioritarios del Gobierno de la llamada Cuarta Transformación se encuentran el Tren Maya, el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles y la Refinería de Dos Bocas.

BECAS DE POSGRADO AL EXTRANJERO

Durante el periodo de 2019 a 2020, hubo una reducción de casi la mitad en la entrega de apoyos del Conacyt, en comparación con los cuatro años anteriores

2015: 7,507
2016: 7,435
2017: 6,412
2018: 5,424
2019: 4,821
2020: 3,709
2021: 2,805
2022: 2,843
FUENTE: CONACYT