La Quinta Columna
Por: Mario Alberto Mejía / @QuintaMam
En célebre cena con periodistas nacionales, Manlio Fabio Beltrones dijo, entre otras cosas, que le había decepcionado grandemente que Blanca Alcalá Ruiz no mencionara de nombre al gobernador Rafael Moreno Valle.
En efecto: una y otra vez le pedían del CEN del PRI que rompiera sus ataduras —sus miedos, sus temores— y que se le fuera encima a Moreno Valle llenándolo de críticas.
No lo hizo.
No lo podía hacer.
A lo más que llegaba era a aludirlo.
Y no decía “gobernador” siquiera.
Se escudaba en el “gobierno del estado”.
Una vez que supo que había decepcionado al CEN, ufff, por fin rompió sus ataduras.
Esto ocurrió apenas el sábado anterior, cuando Beltrones acudió a un mitin en Tepeaca.
Ahí, por fin, apareció una Blanca diferente: echada hacía adelante.
Y entre grititos histéricos y una voz ronca, cansada, dijo por fin el nombre tan deseado.
Beltrones sonrió desde su lugar en el templete.
“Demasiado tarde”, habrá pensado.
Y vaya que lo era.
Vinieron después la comedia de las confusiones llamada resistencia civil y la promesa —incumplida y patética— de una huelga de hambre.
Y Blanca olvidó su arranque de Tepeaca.
Y es que volvió a su voz de “usted disculpe, señor gobernador”.
El Cerdo Hablando de Rosas
Imagine el hipócrita lector a un pederasta consumado —todoterreno— saliendo de una orgía brutal y encabezando, al final de la fiesta, una marcha en contra de los pederastas consumados en aras de la moral y las buenas costumbres.
Imagine a un priista marrullero, experto en la corrupción —coyote enajenado—, gritando en la plaza del pueblo consignas contra los coyotes marrulleros.
Imagine a los hijos políticos del gobernador Marín escribiendo columnas sobre la ética y la libre expresión.
Imagine un sexenio de funcionarios marinistas —solapadores a sueldo de un gobierno experto en coscorrones— tirándose al piso y gritando “¡policía, policía!”.
Todo esto y más es lo que hemos visto en esta elección poblana.
Algo es claro: los pillos de ayer no manejan bien el papel de víctimas del Sistema.
Su pasado los condena.
