Cientos de habitantes salieron a las calles ayer con flores en el centro de la capital de Guatemala para exigir la renuncia de funcionarios judiciales señalados de generar una crisis electoral al accionar contra un partido que competirá en el balotaje del 20 de agosto.
Los manifestantes pidieron la dimisión de la fiscal general Consuelo Porras, luego de que su institución pidió la cancelación del partido Semilla de uno de los contendientes del balotaje, el socialdemócrata Bernardo Arévalo.
“Han habido una serie de acciones legales espurias con el objeto de dejar sin efecto los resultados del 25 de junio”, dijo la líder maya Alida Vicente. “Fuera los corruptos, estamos hartos”, coreó otro grupo en la marcha.
En la manifestación también pidieron la renuncia del juez Fredy Orellana y del fiscal Rafael Curruchiche, que junto a Porras están sancionados por Estados Unidos que los considera actores “corruptos y antidemocráticos”.
Orellana ordenó al Tribunal Supremo Electoral (TSE) suspender a Semilla a pedido de Curruchiche, quien argumenta anomalías en la creación del partido en 2017, medida que no acató el ente porque por ley ningún partido puede ser anulado en medio de un proceso electoral.
La negativa provocó dos allanamientos en el TSE y la orden de captura contra una funcionaria de la institución a pesar de tener inmunidad. El viernes también fue cateada la sede nacional de Semilla en la capital.
“No venimos en favor de un partido político, venimos a pedir y exigir que se respete la democracia”, agregó el dirigente sindical Rolando Fonsea.