Desafortunadamente, en muchos ámbitos de la vida las mujeres se han visto rezagadas y discriminadas históricamente, y el deporte no ha sido la excepción (incluyendo los Juegos Olímpicos).

Vamos a contarte de la primera vez en la historia de las Olimpiadas que todos los países enviaron por lo menos una representante mujer.

La primera vez que se celebraron los Juegos Olímpicos no hubo ninguna mujer porque su fundador, Pierre de Coubertin, se oponía.

Los segundos juegos, París 1900, fueron los primeros que tuvieron participación de algunas mujeres. Concursaron 22 mujeres de un total de 997 atletas.

Pero en aquel entonces seguía prevaleciendo una mentalidad sexista y las mujeres no pudieron participar en cualquier deporte, solamente en aquellos que eran “de naturaleza femenina”.

Entre las disciplinas consideradas para mujeres estaba el tenis, y fue la tenista Charlotte Cooper la primer medallista olímpica.

Fueron muchos los personajes que a través del tiempo se opusieron a la participación femenina en este evento deportivo. El Papa Pío XI fue uno de ellos.

Aunque gracias a la presión que ejercieron las voces de las mujeres, es que actualmente todos los países envían por lo menos a una representante.

En Ámsterdam 1928 ya se contaba con 300 mujeres, representando el 10% del total de los atletas, un gran avance para algo que se consideraba imposible.

Pero fue en los Juegos Olímpicos de Londres 2012 que el Comité Olímpico Internacional (COI) exigió que todos los países tendrían que llevan por lo menos una mujer para que participara en alguna de las disciplinas.

Y así fue. Hubo casi la mitad de féminas (46%) en aquellas Olimpiadas que marcaron un antes y un después en la inclusión de género es este evento.