La cascada de victorias del blanquiazul tras los comicios del domingo muestra la efectividad del gobernador poblano como operador político
Por Mario Galeana y Guadalupe Juárez
La carrera de Rafael Moreno Valle por la candidatura presidencial inició el primer minuto de ayer lunes.
El resultado de la elección del domingo pasado se convirtió en el escaparate del gobernador poblano para conseguir un lugar en la boleta electoral del 2018.
Con el triunfo de José Antonio Gali Fayad, Moreno Valle dio al Partido Acción Nacional (PAN) una de las victorias más holgadas de las 12 gubernaturas en juego. Y no es la única.
En Tamaulipas, donde se registró el mayor porcentaje de diferencia de votos entre el PRI y el PAN, de acuerdo con los primeros datos del PREP, la victoria obtenida por el blanquiazul y su candidato Francisco García Cabeza de Vaca se atribuye en buena medida al brazo operador de Moreno Valle.

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Cabeza de Vaca fue el único candidato panista a quien el gobernador de Puebla apoyó de manera pública en eventos proselitistas.
En Quintana Roo, con la victoria de Carlos Joaquín González (PAN-PRD), Moreno Valle guarda otro triunfo electoral; uno forjado a través de su principal operador político, el vicecoordinador de la bancada del PAN en San Lázaro, Eukid Castañón Herrera, quien envió un ejército de militantes para que el expriista derrotara a Mauricio Góngora (PRI-PVEM-Panal).
De hecho, Moreno Valle y Castañón Herrera convencieron a Carlos Joaquín González de renunciar a su militancia priista para abanderar la alianza entre el blanquiazul y el sol azteca.
El tablero de resultados favorables para Moreno Valle se cierra con el triunfo, de acuerdo con el PREP, de 12 puntos de Gali Fayad, 10 de Carlos Joaquín González y 13.6 de Francisco Cabeza de Vaca sobre el resto de los contendientes.

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El tablero azul
Pero, para mirar hacia Los Pinos, Moreno Valle aún debe sortear los entresijos de Acción Nacional.
En el blanquiazul, la candidatura a la presidencia de la República se disputa entre el mandatario poblano, la esposa del ex presidente Felipe Calderón Hinojosa, Margarita Zavala Gómez del Campo, y el dirigente nacional del PAN, Ricardo Anaya Cortés.
La exprimera dama expresó sus deseos de contender para el 2018 a través de un video publicado en junio de 2015. Desde entonces, su nombre encabeza la lista de los “presidenciables” panistas.
Anaya Cortés figura en los estudios demoscópicos rumbo a la presidencia por su posición en el Comité Ejecutivo Nacional (CEN) del PAN y su larga exposición en spots de radio y televisión, pese a que no ha confirmado sus aspiraciones.
Sumado a la promoción de su gestión en medios nacionales, Moreno Valle se ha posicionado ante la opinión pública como el mejor operador político en el PAN capaz no sólo de ganar diputaciones, sino gubernaturas y, por ende, ser un presidenciable más.

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Un panorama en letras
La reciente victoria de Gali Fayad nutre las expectativas sobre la capacidad de operación política del mandatario estatal. Una derrota en su estado, a juzgar por columnistas nacionales, habría sepultado sus aspiraciones presidenciales.
“Puebla tendrá elección de gobernador este año –escribió el periodista Ciro Gómez Leyva en su columna, publicada el pasado 27 de enero en El Universal–. Si el PAN pierde, Moreno Valle quedaría fuera de la competencia. Por eso, el 5 de junio él se juega una dura ronda eliminatoria camino a 2018”.
Los analistas políticos aseguran que la estrategia de Rafael Moreno Valle consiste en cimentar una estructura en el país que le permita ser competitivo.
“Mientras Margarita (Zavala) avanza en nivel de conocimiento y presencia mediática, lo que la coloca adelante en las encuestas, Moreno Valle trabaja en cimentar una estructura nacional dentro del panismo, al mismo tiempo teje alianzas con grupos claves como los gobernadores, dirigentes estatales y las bancadas del Congreso”, escribió Salvador García Soto en su columna el 7 de marzo pasado.
La red morenovallista en el país
La expansión de una plataforma que posibilite la aparición de Moreno Valle en la boleta electoral del 2018 inició, sin embargo, hace un año.
Ríos de tinta corrieron entre la prensa local después de que las elecciones federales del 2015 arrojaran una victoria para el PRI, el cual consiguió nueve curules en San Lázaro, contra siete obtenidas por el PAN.
Pero la jornada federal de 2015 dejó para Moreno Valle más que un 9-7. Analistas políticos estiman que el mandatario poblano consiguió, tras aquella elección, una bancada de entre 22 y 30 diputados federales.
Además, al gobernador se le atribuyen, en buena medida, las victorias blanquiazules en los gobiernos de Baja California y Querétaro.
En 2015, Moreno Valle acompañó públicamente a los hoy gobernadores de ambas entidades: Carlos Mendoza Davis y Francisco Domínguez Servién.
El tablero político de Moreno Valle registró dos triunfos más con la llegada de los panistas Ricardo Villareal y Arturo de la Rosa, a las alcaldías de San Miguel Allende (Guanajuato) y Los Cabos (Baja California Sur), respectivamente.
Quizá por ello, diez meses después Moreno Valle acudió al Instituto Mexicano de la Propiedad Industrial (IMPI) para proteger y usar su nombre como marca registrada.
