Elucubrar para que Jorge Estefan Chidiac perdiera la candidatura al Senado en el PRI, solo con el “argumento” de que era muy amigo de la izquierda, salió bastante caro.
Esta semana ha sido fulminante para los priistas y para su líder Néstor Camarillo, quien ya no encuentra a quién echarle la culpa de la desbandada.
Empezó el lunes con la salida de cinco diputados locales encabezados por Estefan Chidiac, ahí intentaron permear, sin éxito, el discurso de la traición. Incluso acusaron presiones para que dejaran el partido.
El miércoles se fueron cinco presidentes municipales y dos de ellos importantísimos, Lupita Vargas, de Xicotepec y Pepe Márquez, de Zacatlán.
Yo creo que ya no puede entrar el discurso ni de la presión ni de la traición.
Lo que pasa es evidente, con Camarillo como líder, el PRI terminó desfondado.
El Morales que destapó y el “Morales” que se quiere acomodar
Quién iba a pesar de que Chucho Morales le pegaría al gordo cuando el 11 de junio del 2022 destapó a Alejandro Armenta como su “gallo” a la gubernatura.
Yo misma escribí la nota de la cabalgata en la que Morales se la jugó. Todavía eran tiempos del barbosismo y, aunque le cayó la embestida correspondiente, se mantuvo firme.
Hoy, Chucho Morales forma parte del grupo cercano Alejandro Armenta, tal vez no tanto como para tomar decisiones sobre los exmorenachos que se integran con la cola entre las patas.
Pero, dicen, sí tiene poder de veto y lo utilizará para detener a David Villanueva, quien ha intentado acercarse al candidato.
Ni modo, ya un Morales llegó primero.
José Juan, el arma con balas de salva
Con la integración de José Juan Espinosa, la oposición buscaba al vocero aguerrido que defendió a Rafael Moreno Valle en la elección del 2010.
Sin embargo, se encontró que ya queda poco de aquel líder cuyo discurso permeaba incluso más allá del círculo rojo.
Durante el 2010 y hasta el 2018 en la campaña de Miguel Barbosa, las palabras de José Juan tenían peso. Sus declaraciones ocupaban los cabezales de los medios y sus tuits se convertían en notas escandalosas.
Hoy, aunque lo hemos visto haciendo su chamba en X, contestando todo lo que puede y queriendo generar debate, es un hecho que ya pocos le hacen caso.