La Babilonia Morenista poblana, en donde hace apenas unos meses era imposible alcanzar entendimientos y unos atacaban a otros con cáusticos adjetivos, quedó superada la tarde del domingo en el Consejo Estatal que ratificó a Alejandro Armenta como su candidato a la gubernatura de Puebla.

Los llamados “puros” fueron reconocidos por el ahora abanderado, quien les pidió su respaldo para alcanzar los sueños de poblanas y poblanos.

En tanto, en un discurso muy potente, el gobernador Sergio Salomón llamó a afianzar la Cuarta Transformación en el estado seis años más y convocó a los adversarios políticos a la madurez y a contribuir para que se conserve la paz social.

Durante la Cuarta Sesión del Consejo Estatal, con ironía el candidato de la alianza opositora del PRI, PAN y PRD, Eduardo Rivera Pérez, fue aludido y tachado como el abanderado “del no quedaba de otra”.

En el Centro de Convenciones de la capital poblana, incluso se vivió un momento sentimental con énfasis animalista, cuando recibió el también senador su constancia y lo acompañó en la tarima su perro Tommy, famoso ya en las redes sociales, por acompañar al candidato morenista en muchas actividades.

LA SESIÓN

Con quórum sobrado, la sesión comenzó cerca del mediodía, con un leve retraso. Llegaron 143 de los 152 consejeras y consejeros.

Los minutos previos fueron para los besos mustios, selfies y abrazos, algunos sinceros y otros forzados, de muchos y muchas que apenas en noviembre pasado eran enemigos.

De ahí que el discurso de Alejandro Armenta versara tanto en la unidad y en las lisonjas que soltó a quienes aspiraron a la candidatura que hoy él tiene y que por cierto todos asistieron.

Entre todos ellos y ellas, estaba ahí, en el extremo derecho de la mesa, con notable incomodidad, el diputado federal, Moisés Ignacio Mier Velasco.

Aquel que presumía la relación “más cercana” con el presidente Andrés Manuel López Obrador, no tuvo ya este domingo la atención de antes.

Casi ninguno le pidió una foto. Nadie le entregó su currículum. Nadie le dijo “estamos contigo, Nacho”.

Nadie tuvo para él un detalle o un ¿qué necesitas?

El oriundo de Tecamachalco es visto hoy como una solitaria y tenue sombra adicional en la escenografía de los actos morenistas, a pesar de que encabeza la primera fórmula al Senado de la República, posición que alcanzó tras la contundente derrota, en seis encuestas, que le propinó Alejandro Armenta.

ES REAL, PERO SE EXAGERA

Una tarde completamente contrastante vivió Ana Elizabeth García Vilchis, o Liz Vilchis, como es más conocida, titular de las redes sociales de la Presidencia y presentadora de la sección “¿Quién es quién en las mentiras?”, en la conferencia de prensa mañanera presidencial.

Los medios la abordaron, con preguntas prontas sobre su reciente apoyo para José Chedraui Budib para ser candidato a la alcaldía capitalina, luego de que ella misma se bajó de esa contienda.

La poblana estuvo presente en los saludos de algunos de los cuatro oradores. Sin duda, su cercanía real con el Presidente de la República tiene su popularidad por los cielos.

Casi completa la bancada del Movimiento Regeneración Nacional (Morena) del Congreso del Estado estuvo presente.

Selfies, abrazos, besos, más besos y más selfies, en los minutos previos al arranque de la Cuarta Sesión Ordinaria, entre diputados y diputadas, con otros militantes del movimiento lopezobradorista.

La mayoría de legisladores y de legisladoras no son consejeros estatales, pero estuvieron ahí como invitados, como porra.

El salón en que se celebró la Sesión del Consejo se dividió en tres grandes áreas de sillas. Sólo la central fue para consejeros y consejeras, que en la votación por unanimidad ratificaron como abanderado a Alejandro Armenta.

Las otras dos secciones, que flanqueaban a la central, eran militantes y para invitados que en el pasado tuvieron alguna relevancia en otros partidos. También hubo lugar y espacio para los fundadores.

MORENA FUNDACIONAL

Entre muchos de los 152 consejeros hay fundadores de Morena y el reconocimiento a este sector del partido lopezobradorista tuvo mayor significado cuando en su discurso Alejandro Armenta llamó a pasar al presídium a Abraham Quiroz, quien fue en 2016 el primer candidato de ese partido a la gubernatura poblana.

Agradeció el ahora candidato el acompañamiento de fundadores y de hombres y mujeres que han llegado de otros institutos, o de otras corrientes ideológicas.

Casi como una evocación al célebre discurso de Martin Luther King, “I have a dream”, el poblano habló de sueños.

La ley le impide enumerar propuestas específicas.

Él le llamó sueños.

Pidió a los morenistas que soñaran con él y que lo acompañen a concretar “la Puebla que nos merecemos”.

Armenta recordó sus años mozos y los pasos andados en 34 años de trayectoria política.

Alejandro sonreía y también estaba sereno.

Armenta se dejaba abrazar y apapachar.

Se declaró listo para la batalla.

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