La profesora de las áreas de Psicología y Educación Continua de la Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP), Ivonne Martínez Hernández, advirtió que el grooming, o acoso por internet, es una situación peligrosa, principalmente para jóvenes entre 12 y 19 años en Puebla. 

La académica explicó que es una práctica en la que un adulto se hace pasar por un menor en Internet o intenta establecer contacto con niños o adolescentes, “que dé pie a una relación de confianza, pasando después al control emocional y finalmente al chantaje con fines sexuales“.

Recordó que, a finales de 2021, el Instituto Nacional de Estadística Geografía e Informática (INEGI) publicó los resultados del Módulo sobre Ciberacoso (Mociba), que ubicó a Puebla en los primeros lugares del fenómeno, principalmente por el confinamiento durante la pandemia de Covid-19. 

Al respecto, Giovana Gaytán Ceja, maestra en Psicología de la Universidad Iberoamericana campus Puebla, recordó que 2023 cerró con 237 carpetas de investigación iniciadas por posible ciberacoso, tan solo en la capital del estado.

Al respecto, la especialista de la UPAEP destacó que, en la estadística del estudio, se marca que 57 %de personas que utilizan Internet han sufrido ciberacoso entre conocidos y no conocidos. 

“Esta cantidad, del 57 %, donde más de la mitad son mujeres, es en millones de personas en México, los cuales han vivido acoso cibernético con intensiones sexuales contra menores, principalmente”, advirtió.

Destacó que, en el caso de Puebla, el rango de las víctimas está en “jóvenes entre 12 y 19 años que han experimentado ciberacoso en redes sociales y en videojuegos en línea”.

En el caso del estado, Martínez Hernández destacó que principalmente se da en videojuegos en línea, de los cuales el más popular es un simulador de guerra en primera persona, llamado Call o Dutty, utilizado principalmente por redes delincuenciales dedicadas a la trata de personas. 

RECOMENDACIONES

Por ende, la experta de la UPAEP destacó que los padres de familia deben estar atentos si detectan que los hijos utilizan este juego: “Por ello debemos informarnos, con qué aplicación o juego se conectan, con quién hablan, con quiénes se conectan”. 

Además, resaltó la importancia de que los padres adviertan a sus hijos menores de edad sobre las consecuencias y los riesgos que hay en Internet, aplicaciones y videojuegos: “Lo más importante es que se debe reconocer que hay ciberacoso y alertar a los niños”.

Alertó que los resultados de las mediciones del INEGI “hablan de que tenemos que trabajar juntos para proteger a las infancias y a los adolescentes”.

Finalmente, alertó que, a nivel nacional, en espacios digitales hay violencia sexual contra jóvenes y niños, y las principales entidades donde se ha presentado el fenómeno con mayor notoriedad son Puebla, Estado de México, Veracruz y Chihuahua. 

BUSCAN AISLARLOS

La académica de la Ibero Puebla alertó que el primer objetivo del acosador es aislar al menor para luego, mediante la presión, el chantaje o la amenaza, lograr algún favor sexual o fotografías.

“Comienzan a aislar al menor y desprenderlo de sus redes de apoyo para lograr al final alguna práctica de abuso, incluso sexual”, agregó Gaytán Ceja.

La especialista abundó que “la pandemia nos sumió en una vida digital y facilitó que estas personas entraran en contacto con niños y jóvenes, en vulnerabilidad por el propio aislamiento”. 

Con lo anterior, indicó que el acosador tuvo más facilidad para acercarse por medios digitales y generar vínculos de confianza: “aislarlo mediante una conexión empática y emocional por el mundo digital. Luego, aísla a la víctima y vienen las peticiones sexuales, donde puede haber chantajes y presiones para lograr un deseo sexual”.

FAMOSOS INVOLUCRADOS

En un recuento hecho en sitios de Internet, así como medios especializados en la farándula, arrojan que han sido varios los casos de grooming en los famosos. El más sonado, a nivel nacional, es el de la cantante, exmiembro de Timbiriche, Sasha Sokol, quien denunció al productor musical, Luis de Llano, de esta conducta, cuando el término aún no era tan conocido, en la década de los 80.

Por: ARTURO CRAVIOTO

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