Silenciosa, sin urnas y sin credenciales de elector, transcurrió la jornada electoral anticipada dentro del Cereso de Ecatepec, conocido como Chiconautla, en la que ejercieron su voto 600 hombres y 57 mujeres sin sentencia.
A las 6:00 de ayer arribaron al cerro de Santa María Chiconautla decenas de funcionarios del Instituto Nacional Electoral (INE), quienes descargaron de sus camionetas materiales como mamparas, boletas, líquido indeleble y mesas.
Dos horas después comenzó la jornada, dando prioridad a las personas en prisión preventiva de la tercera edad o con alguna discapacidad.
En esta elección anticipada, a diferencia de la que se llevará a cabo el 2 de junio próximo, los reos -ataviados de azul rey, como símbolo de que no tienen sentencia- no necesitaron presentar su credencial de elector, solo eran buscados en la Lista Nominal que previamente ya había sido compulsada por autoridades de la cárcel y electorales.
El turno llegó para las 57 mujeres en prisión preventiva, en un proceso que no duró más de 15 minutos, que incluyó el voto de dos ciudadanas con bebés en brazos.
Los 600 hombres que votaron lo hicieron en fila, en silencio, en orden y mientras esperaban su turno, la mayoría tenía las manos en la espalda, como si estuvieran esposados.
Ya en las mesas receptoras, el personal del INE les entregaba un sobre, que contenía las boletas para la elección presidencial, diputados y senadores, así como un instructivo e información sobre las plataformas de partidos.
El efímero paso de los reos por las mesas receptoras culminó con meter sus boletas en unos sobres y entregarlos a personal del INE, que los sellaba y ponía en una caja, en lugar de las clásicas urnas.
Carlos es un reo que votó en Chiconautla, quien consideró que le sirvió que se transmitieran los debates presidenciales e información de las propuestas de candidatos en los tiempos de comida al interior del presidió.
Para él, votar le recordó que no ha perdido sus derechos políticos.
La jornada de votación culminó con el voto de un recluso de alta peligrosidad en prisión preventiva, cuyo uniforme era naranja y que llegó esposado de pies y manos, así como custodiado por siete policías.
Tras retirarle las esposas, el interno se tomó su tiempo para ejercer su sufragio, mientras decenas de miradas de funcionarios del INE, personal de la cárcel y observadores se clavaban sobre él.
Recuerdo
A las 10:00 horas culminó la jornada en el penal de Chiconautla, por lo que Omar Mariano Palacios, vocal del organismo electoral en Ecatepec y quien coordinó los trabajos, pidió que se comenzará a levantar el material.
Los funcionarios del organismo electoral se tomaron selfies del recuerdo en los murales del penal, que fueron elaborados por reos, sobre el proceso electoral, mientras un grupo de jueces de Control del penal acudió a tomarse también la foto y comentaban sobre lo utópico que representa votar desde una prisión, pues es un símbolo de que la presunción de inocencia aún funciona.
Otro grupo de reos sentenciados, vestidos de café, ayudó a personal del INE a cargar seis mesas, hasta el primer filtro de rejas y al salir, los funcionarios del penal y del organismo electoral se hicieron bolas sobre de qué institución eran los manteles que cubrieron las mesas receptoras.
A las 11:00 horas, una camioneta del INE cargó con todos los paquetes, unas 10 cajas que contenían los 657 votos, y los trasladó a una bodega que fue sellada en presencia de partidos y que será custodiada hasta el 2 de junio, cuando se contabilizarán todos los sufragios realizados en cárceles.
Por Ángel Cabrera