Por Serafín Castro
En política nadie muere, a menos que pierda la vida. El ejemplo más reciente es que en Puebla, la priista Blanca Alcalá no pudo ganar la gubernatura del estado porque cargó con la imagen del exgobernador Mario Marín Torres; quien políticamente está vivo, expresó la dirigente estatal del PRD poblano, Socorro Quezada Tiempo.
Y, a decir de la lideresa, Manlio Fabio Beltrones Rivera no está “muerto” en la carrera por la candidatura presidencial del Revolucionario Institucional (PRI). Más bien, señaló, la renuncia a la dirigencia nacional del tricolor podría ser parte de una estrategia para “levantarse” de la derrota que vivió el pasado 5 de junio.
Por su parte, el diputado local y uno de los perredistas poblanos que buscaron una alianza PAN-PRD en los comicios pasados, Carlos Martínez Amador, calificó la salida de Beltrones Rivera como “un acto congruente” tras los resultados “desastrosos” que obtuvo e PRI en las elecciones pasadas en donde ganó solo 5 de las 12 gubernaturas en juego.
“Lo mismo sucedió en el PRD, que ante los malos resultados renunció el dirigente nacional”, señaló el legislador.
De igual manera el vocero del grupo Galileo del PRD, Miguel Ángel de la Rosa Esparza, indicó que las alianzas que se dieron entre Acción Nacional y el sol azteca en diferentes estados y que triunfó en Veracruz, Quintana Roo y Durango fueron “veneno puro” para la caída de Manlio Fabio Beltrones.
Mientras que el diputado federal plurinominal por Morena, Rodrigo Abdala, reiteró que la renuncia de Beltrones Rivera era algo esperado: “Manlio representa a todo este sistema corrupto que encabeza el presidente de la República en convivencia con el PAN y el PRD; es un ejemplo más de que la ciudadanía y el electorado mexicano estamos abriendo los ojos”.

