Por Serafín Castro
El Revolucionario Institucional (PRI) está perdiendo competitividad; en Puebla, lejos quedó aquel partidazo que durante décadas mantuvo el poder. De no reinventarse, coinciden expertos en Política consultados por 24 Horas Puebla, corre el riesgo de no volver al gobierno.
Tras los resultados obtenidos en la pasada elección queda demostrado que el PRI poblano está perdiendo competitividad y que, de seguir así, se puede prever otra derrota tricolor para el 2018, señaló el rector de la Universidad de las Américas Puebla (Udlap), Luis Ernesto Derbez Bautista.
De acuerdo con el canciller mexicano e importante activo del PAN, el tricolor es el partido que más rechazo genera en la población debido a las actuaciones de sus gobiernos.
“Yo ya no veo a un PRI sólido en Puebla, ya hay mucho rechazo por parte de la población... Y acaban de demostrar que ya no tienen muchas posibilidades (de ganar la gubernatura en 2018; más bien podemos dar por sentado que va a ganar el PAN y su coalición”, reiteró.
En ese sentido, señaló que para el 2018 lo importante será saber quién será el candidato de Acción Nacional ya que,sostuvo:“El PRI ya quemó a la única figura que tenía, en mi opinión Blanca era la mejor carta que tenía el PRI y, desafortunadamente, la quemaron antes de tiempo”.

“Mario Marín y divisiones internas, el lastre del PRI”
Para los politólogos Maribel Sánchez Flores y Miguel Calderón Chelius, la estrepitosa derrota de Blanca Alcalá y del PRI en las elecciones pasadas fue producto de una serie de traiciones y divisiones entre los grupos del priismo poblano, sumado a una candidata que “no supo” sumar los esfuerzos de sus compañeros de partido.
“Es evidente que hubo grupos al interior que trabajaron por sus propios intereses, y esos intereses no eran que Blanca ganara; algunos otros priistas vieron con buenos ojos la elección de Gali y se fueron con él, es claro que hubo grupos que no apoyaron a Blanca Alcalá”, explicó el catedrático de la Universidad a Iberoamericana.
De acuerdo con Calderón Chelius y con Maribel Sánchez Flores, politóloga y catedrática del Tecnológico de Monterrey, si Blanca Alcalá hubiese ganado gobernaría no sólo al estado, sino al PRI poblano, lo que la llevaría a repartir las candidaturas para el 2018 y que pondría en riesgo a los grupos no allegados a la excandidata, por eso prefirieron que perdiera.
Otro factor que contribuyó a la derrota,coincidieron los politólogos, fue la falta de liderazgo en la propia abanderada, quien no supo desde un inicio crear unidad en el PRI poblano.
Además, el factor Mario Marín influyó de manera negativa: “(Marín) Es uno de esos personajes que se vuelven icónicos y representativos por sus características; es la representación gráfica de muchos de los vicios que no se quieren en los gobernantes como la corrupción, es un peso negativo para el PRI”.
La conclusión de los expertos es que para que el PRI vuelva a ser competitivo debe enterrar y alejarse del marinismo.
