Verónica Mastretta indicó que el cuerpo de agua de la Laguna de San Baltazar ha padecido de las altas temperaturas | Foto: Paola Mácuitl
Verónica Mastretta indicó que el cuerpo de agua de la Laguna de San Baltazar ha padecido de las altas temperaturas | Foto: Paola Mácuitl

Las raíces de los árboles han quedado al descubierto y cientos de peces han muerto en las últimas semanas en la Laguna de San Baltazar, que vive una disminución en su nivel de hasta el 40%; quienes la custodian, consideran que es una muestra del calentamiento global, pues la capital del estado alcanzó hasta los 35 grados Celsius en días pasados.

La destrucción de los ecosistemas no sólo ha impactado en territorios amplios como la zona de Flor del Bosque, azotada por incendios, ni la Malinche, que ha sido deforestada con el paso de los años.

En la capital de Puebla y a solo 4.5 kilómetros del Zócalo de la ciudad, la Laguna de San Baltazar también sufre los estragos del cambio climático, pues en este 2024 ha registrado una reducción en su espejo de agua. Tiene una longitud de 8 mil metros cúbicos de agua.

En entrevista con Verónica Mastretta, presidenta de la asociación civil Puebla Verde, a cargo del resguardo del parque, no se veía una sequía tal desde hace 20 años. Este fenómeno inició en marzo, pero en mayo sufrió su peor punto.

Si bien año con año en la temporada de calor la laguna baja 25% el nivel del agua, por su filtración al subsuelo y la evaporación, este 2024 bajó hasta 40, es decir, un 15 por ciento más de lo habitual en las épocas más secas.

“Hemos tenido que regar más que otros años a los árboles, normalmente por la misma humedad del subsuelo no teníamos que regar, tenemos la fortuna de que hay agua almacenada aquí, de la lluvia de todo el año, eso nos permite regar”, informó.

En este año, la capital del estado rompió el récord en temperatura, lo que ha generado la muerte de especies: “los peces están acostumbrados a un nivel de temperatura, con cierto nivel de temperatura hemos tenido una mortandad de peces, no de susto, pero a veces sacamos de 100 a 200 peces muertos al día y se mueren por el calor”, agregó.

Por ello, Verónica Mastretta consideró que este fenómeno en la Laguna de San Baltazar es prueba del cambio climático: “sí lo hay, es latente, es verificable y este año lo hemos resentido más que nunca”.

Sin embargo, se espera que en las próximas semanas se recupere el agua con la época de lluvia. “Dos aguaceritos y rápidamente se vuelve a llenar, vuelve a recuperar su caudal; la laguna sube muy rápido, es una maravilla”.

LAGUNA DE SAN BALTAZAR, DE ÚLTIMOS OASIS DE LA CAPITAL

La Laguna de San Baltazar es uno de los últimos cuerpos de agua formados naturalmente en la capital. Además, es parte del sistema hídrico de la zona, de acuerdo con la presidenta de Puebla Verde, este cuerpo de agua estaba cercano a otros más pequeños, e incluso en épocas de lluvia se hacía uno solo.

Se trata de un espacio que rompe con la mancha urbana, tiene especies vegetales como fresno, laurel, trueno lila, sauce, ahuehuete, sauce llorón, liquidámbar, jacaranda, casuarina y cedro blanco.

Forma parte de un sistema hídrico que era visible antes de que la urbanización llegara a la zona: “el agua que derrama se va por el vertedero, por un tubo que camina todo por (avenida) Margaritas y desemboca en el (río) Atoyac, por el río que se llamaba Chinguiñoso, que fue entubado (…) esto es una microcuenca de 476 hectáreas que se llamaba Cuenca del Río Chinguiñoso”, explicó.

Quienes han visitado este espacio, lo definen como un lugar de paz para desconectarse de la vida diaria y el ritmo de vida apresurado de la ciudad. Cuenta con tres especies catalogadas como en riesgo por la NOM-059-SEMARNAT-2010 para la protección ambiental de especies nativas de México.

Entre sus árboles se pueden observar pájaros carpinteros mexicanos, águilas pescadoras y calandrias castañas, además de que el 9 por ciento de sus especies son nativas de la República Mexicana.

“Al caminar por la laguna, siento una alegría y un gran contacto con la naturaleza, mucha paz, me sentí segura, fue un descanso que no tengo en mi casa, un momento de descanso con la naturaleza”, compartió en entrevista con 24 HORAS PUEBLA la señora Cruz Torres, visitante del lugar.

A fin de combatir la sequía en la zona, la presidenta de la asociación civil recomendó plantar árboles, a fin de colaborar en la recuperación de los mantos acuíferos, pues de esa forma se podrán recuperar, ya que, por ejemplo, la laguna abastece un pozo del sistema de agua de la ciudad.

“Los pozos de la zona están exhaustos, por eso el agua ahorita está racionada en Puebla (…) todo lo que antes captaba el agua está tapado con cemento, yo exhortaría que donde puedan, dónde vivan, siembren un árbol, lo cuiden y lo conserven”, exhortó.

Por: Paola Mácuitl Gallardo

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *