La Ley de Voluntad Anticipada es un hito para los servicios de salud en el estado, sin embargo, al personal médico le falta capacitación para aplicarla, ante la demanda de pacientes terminales, informó Fabiola Luna López, especialista en medicina paliativa.

En entrevista para 24HORAS, admitió que existe mucha desinformación respecto al tema, ya que la mayoría de los médicos y enfermeras carecen de conocimientos sobre cuidados paliativos.

Luna López reconoció que la Voluntad Anticipada puede confundirse fácilmente con la eutanasia, ya que la sociedad no está al tanto de los procesos para brindar a los pacientes un tratamiento y una muerte digna.

“Los cuidados paliativos, eutanasia y Ley de Voluntad Anticipada protegen a enfermos terminales pero no son lo mismo, ya que los conceptos son distintos”, destacó la especialista.

Sin embargo, la mayoría de los familiares de pacientes terminales rechazan los cuidados paliativos, debido al tabú que existe, ya que muchas veces creen que  significa cometer eutanasia.

“Los médicos paliativos tienen el deber de mantener la calidad de vida del paciente y garantizar que no pierdan la dignidad al morir”, al tiempo de brindar acompañamiento y asesoría psicológica para los familiares que esperan el inevitable final.

CONSPIRACIÓN DE SILENCIO

Mediante este concepto, la Dra. Fabiola Luna explicó que los familiares ocultan al paciente la gravedad de su estado de salud por miedo, que se refleja en mayores complicaciones.

“Se ven afectados psicológicamente debido a esta conspiración silenciosa y eso genera que sus síntomas físicos sean más severos”.

La especialista informó que los enfermos oncológicos, con insuficiencia hepática o renal y quienes enfrentan procesos infecciosos, son los que requieren mayores cuidados paliativos.

“Muchos sienten miedo al no tener conciencia de su enfermedad y las consecuencias que tendrá, desarrollando el miedo a la muerte”, reconoció la especialista. 

No obstante, los mismos pacientes piden a los médicos procesos que impidan prolongar la vida porque esto representa más sufrimiento, advirtió.

“Muchas veces no quieren depender y no quieren prolongar algo que saben que ya es inevitable (…) Por ello, la última decisión sobre cómo quieren continuar viviendo y cómo quieren morir son los pacientes”. 

López Luna aclaró que el personal médico de Puebla no está capacitado en su totalidad para aplicar la Ley de Voluntad Anticipada, mientras que muchas clínicas carecen no brindan cuidados paliativos.

En este sentido, sentenció que el sector salud, tanto público como privado, necesita primero asegurar que los médicos tienen el conocimiento para evitar confundir los procedimientos.

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