El gremio periodístico  está dividido y se percibe a nivel nacional como conflictivo.

Lamentablemente la coyuntura política de este sexenio no sólo dividió a la sociedad mexicana, también impactó negativamente en la solidaridad que alguna vez hubo entre periodistas, reporteros y comunicadores.

En los últimos años, el periodismo en México ha enfrentado una crisis sin precedentes que ha puesto en peligro la libertad de prensa y la calidad informativa en el país. La violencia contra periodistas, la censura gubernamental y la precarización laboral son solo algunas de las amenazas que enfrentan los profesionales de la comunicación en México.

La violencia es quizás uno de los problemas más graves a los que se enfrentan los periodistas mexicanos. El país se ha convertido en uno de los lugares más peligrosos del mundo para ejercer esta profesión, con asesinatos, amenazas y agresiones constantes contra aquellos que buscan informar con valentía a la sociedad. Esta situación de violencia ha generado un clima de miedo que inhibe la libertad de expresión y limita la capacidad de los periodistas para investigar y denunciar la corrupción y el crimen. Por otro lado, la censura gubernamental también representa una grave amenaza para el periodismo en México. A través de diversas estrategias, los gobiernos han buscado controlar la información y limitar la capacidad de los medios de comunicación para criticar y cuestionar el poder. La falta de independencia editorial y la manipulación de la publicidad oficial son solo algunas de las tácticas utilizadas para coartar la libertad de prensa en el país.

Concretamente en Puebla pasa algo en particular, algunos periodistas se olvidaron del oficio y decidieron defender con su vida a ciertos gobernantes que a todas luces no estaban haciendo bien su trabajo. Tristemente esto ya no sólo se trata de líneas editoriales, sino de amistades, compadrazgos e incluso lazos familiares. Debemos reconocer que el periodismo poblano está sumergido en una crisis de credibilidad y profesionalismo. Me queda claro que  siempre ha existido periodismo de izquierda o de derecha, periodismo crítico y adulador, pero nunca había visto un periodismo que hiciera una guardia personal ante el sistema; periodistas que se han convertido en escoltas mediáticos de quienes ostentan el poder. 

Ante esta crisis del periodismo, es fundamental reafirmar el compromiso con la libertad de prensa, promover condiciones laborales dignas para los periodistas y exigir a las autoridades garantías para el ejercicio pleno. La sociedad en su conjunto debe defender el derecho a la información veraz y oportuna como pilar fundamental de cualquier democracia.

Agradezco la confianza de Antonio Torrado y Armando Estrop.

Leave a comment

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *