Más de un año después de la desaparición de Christopher Monroy en Atlixco, la Fiscalía General del Estado sigue sin respuestas definitivas. La principal hipótesis continúa siendo la caída del niño en un río cercano. La investigación, sin embargo, revela aspectos inquietantes sobre su entorno y las circunstancias de su desaparición.
El caso de Christopher Monroy, el niño de casi dos años que desapareció en Atlixco en junio de 2023, sigue siendo un enigma sin resolver. A pesar de los intensos esfuerzos de búsqueda, el paradero del menor continúa siendo incierto. La Fiscalía General del Estado (FGE) mantiene activa la investigación, centrada en la posibilidad de que Monroy haya caído a un río cercano, pero los avances en el caso siguen siendo escasos.
En una reciente rueda de prensa, Alejandro García Badiola, titular de la Fiscalía Especializada en Investigación de los Delitos de Desaparición de Personas, reiteró que la hipótesis más plausible es que Christopher Monroy cayó al río que bordea la región de Atlixco. García Badiola subrayó que las operaciones de búsqueda se han enfocado en las corrientes del río y sus alrededores, siguiendo la pista de la posible caída del niño en el agua.
“La probabilidad de que haya caído al agua es la más alta”, afirmó García Badiola. “Continuamos con las acciones de búsqueda debido a la corriente del río y los lugares que pasa. Incluso estuvimos ahí el día lunes”, detalló el funcionario estatal. A pesar de los esfuerzos, la búsqueda del cuerpo del menor sigue sin resultados concretos.
El caso se remonta al 3 de junio de 2023, cuando Christopher fue visto por última vez en el patio de su casa en la colonia Flores Magón. La falta de avances en el caso ha generado inquietud entre los vecinos y familiares del niño. Algunos residentes han señalado que la madre del menor dejaba a menudo a Christopher solo, y se han planteado preocupaciones sobre las condiciones en las que vivía el niño.
El 8 de junio de 2023, García Badiola había informado que, tras revisar las cámaras de seguridad del área, no se observó al niño salir de la casa ni a ninguna persona llevándoselo. Esta evidencia refuerza la hipótesis de que el menor podría haber caído en el canal que atravesaba la propiedad.