Las críticas del expresidente Ernesto Zedillo a la reforma judicial son parte de la “guerra sucia” de la “maleantada” que está contra la “Cuarta Transformación”.
Así lo consideró el presidente Andrés Manuel López Obrador al cargar de nueva cuenta en contra del exmandatario priista, ahora al decir que es tal el “nerviosismo” de sus adversarios que no están de acuerdo con el régimen que ha comenzado con su administración, que:
“Por eso, cada vez más ataques, desatan estrategias con personajes como Zedillo que no había salido, ni había hablado, se iba con Vargas Llosa y los pseudo intelectuales del conservadurismo a participar en conferencias internacionales, pero no hablaba de México”.
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Y a su entender, el retorno de Ponce de León de su silencio autoimpuesto, es porque la “maleantada” ha aumentado sus “ataques” a 12 días de que deje el poder:
“Ahora vino y se desató, está desatada toda la maleantada por algo será, esto significa que vamos muy bien en el proceso de cambio y transformación, vamos a que continúe”.
Todo lo anterior, según su dicho, porque les urge que vuelva el régimen en donde todo lo decidía una oligarquía y solo había una fachada de democracia.
Ayer, López Obrador calificó como “de risa” las críticas de su antecesor a enmienda constitucional que permitirá la elección de jueces, magistrados y ministros.
En su Mañanera de este martes, se refirió a las críticas de Ernesto Zedillo en estos términos:
“Nuestros adversarios se enojan, calumnian, me insultan, pero no pasan de ahí. Vienen, traen a Zedillo a decir que es una dictadura México, es de risa, hacen el ridículo, pero no pasan de ahí”.
Y aprovechó para arremeter en contra de intelectuales como Enrique Krauze y Héctor Aguilar Camín, así como la generación que le sigue -como Jorge Volpi- quienes también han señalado que la reforma al Poder Judicial será nociva para el país; a todos ellos les dijo que:
“No es dictadura, no es ‘dictablanda’ y tampoco es oligarquía como era antes el gobierno de una oligarquía”.
Este fin de semana y desde EU, el exmandatario mexicano cargó -al dar el discurso inaugural de la conferencia anual de la Asociación Internacional de Abogados (IBA, por sus siglas en inglés)- en contra de la recién publicada enmienda constitucional al decir que se logró gracias al “escandaloso regalo” de la sobrerrepresentación de Morena, y que rompió su autoimpuesto silencio sobre los asuntos del país debido a:
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“Una razón muy triste: la aprobación por parte del Congreso y de la mayoría de las legislaturas de los estados de una reforma que destruirá al Poder Judicial”.
A la par de decir que la reforma es “una atrocidad que enterrará la democracia mexicana y lo que quede de su frágil Estado de derecho”, la transformarán “en una tiranía”.
A renglón seguido presumió lo realizado en su administración, pues dijo que la reforma al Poder Judicial que él presentó al inicio de su sexenio permitió que la Suprema Corte dejará de “servir al Ejecutivo”, además ese hecho fomentó una reforma electoral que “convirtió a México en una verdadera democracia”.
Por ello, para él, debido a que López Obrador no contó con un Supremo Mexicano sumiso, su frustración devino en:
“Una venganza brutal: la destrucción de la independencia e integridad del Poder Judicial para que esté al servicio de la fuerza política en el poder”.
Ante ello, López Obrador mostró en su Mañanera una publicación en X en el que se critica al exmandatario priista, y agregó que el priista fue quien privatizó los trenes o que fue el impulsor del llamado Fobaproa.