Desde hace más de 17 años, Andrea Hernández coloca sus cruces de flor de pericón para blindar su hogar de la “entrada del diablo” en el marco del día de San Miguel.
La mujer de 50 años explicó que la tradición marca que el 28 de septiembre por la noche o el 29 de septiembre al amanecer se protejan con cruces de flor, las ventanas y puertas de casas, negocios, vehículos, transporte público y sembradíos.


Esto a fin de que “no ingrese el diablo” a sus hogares porque San Miguel Arcángel está de fiesta y “descansa” de proteger a los habitantes de la comunidad.
“En Atlixco como tenemos el cerro de San Miguel, la mayoría de los atlixquenses acostumbramos a hacer la enramada con la flor de pericón y hacer las cruces. Es continuidad de algo que se hacía prehispánicamente, con la conquista de los españoles se retoma de forma religiosa ahora”, explicó.


La madre de familia reconoció que a ella le enseñaron la tradición sus tíos y una vecina, que conoció cuando recién se casó, por lo que desde ese momento la comenzó a aplicar año con año.


“Se dice que el día de San Miguel como él descansa ya no tiene sometido al diablo, ya no está cuidando a las puertas del infierno para que él no salga, y ese día el diablo lo tiene libre, como está libre el diablo, baja a hacer de las suyas, de todas, maldades hasta cosas fuertes, por eso se coloca la cruz de pericón, el diablo al verla no entra, no daña cosechas, los carros no son robados ni chocados, ni sufren accidentes”, apuntó al resaltar que es una protección.


Tradicionalmente, dijo, los habitantes suben a hacer tres misas durante el día al cerro de San Miguel, pero este año coincidió con la fiesta del Huey Atlixcáyotl por lo que harán bailables durante todo el día.


Actualmente, ella ha enseñado la tradición a sus hijos, de 7, 22 y 25 años de edad, quienes la apoyan a colocarla, aunque cree que sólo los más chicos puedan replicarlo con los años.


La tradición, dijo, es muy común verla alrededor de las viviendas del Cerro de San Miguel, así como, en colonias aledañas, pues en el centro se ha comenzado a perder.

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