Los trastornos de salud mental desde la infancia podrían prevenirse y tratarse a tiempo, sin embargo, la falta de políticas públicas en materia genera que el acceso a un tratamiento psicológico/psiquiátrico sea bastante complejo para algunas familias, reveló la psicoterapeuta conductual contextual, Lisette Angulo en entrevista con 24 Horas Puebla.

En este sentido, Lisette Angulo informó que muchos de los trastornos mentales que son diagnosticados en adultos han sido arrastrados desde la infancia, esto, unido a ‘una sociedad ignorante respecto a estos temas’ provoca que quienes padecen de alguna alteración cognitiva-conductual, muchas veces se sienten discriminados.

‘No es que las personas estén enfermas, se enferman por el entorno, los trastornos mentales pueden prevenirse, así como muchas afecciones del neurodesarrollo y la desregulación emocional’ señaló Angulo

Es decir, una persona que desde niño es diagnosticado con algún trastorno del desarrollo neurológico podría no tener tantas afecciones de adulto si se le da un tratamiento integral a lo largo de su vida con un cuidado especial que conlleve tomar clases especiales, terapias de aprendizaje y vivir en un ‘entorno saludable’.

Lisette calificó esto como un ‘escenario ideal’ pues asegura que, al menos en México, la ignorancia unida a la pobreza, violencia y abusos perpetrados dentro de la misma familia ocasionan que en lugar de que el trastorno del desarrollo neurológico en el infante disminuya, se hace el efecto contrario, es decir, llega a incrementarse.

Asimismo, dijo Lisette que la falta de presupuesto en instituciones médicas públicas, provoca que las familias de bajos recursos no consigan un tratamiento adecuado y completo para atenderse. Es por eso que ya en la edad adulta, son diagnosticados con trastornos emocionales como ansiedad o depresión.

Bajo este panorama, la psicoterapeuta afirmó que las secuelas de no atender un trastorno del desarrollo neurológico son graves pues las personas pueden tener algún retraso cognitivo, agotamiento o cansancio crónico, ansiedad, depresión, baja autoestima, desarrollar otros trastornos mentales y en el peor de los casos la ideación suicida.

‘El sistema no está preparado para estos genios, los niños neurodivergentes se sienten raros porque tienen que apegarse a un modelo neurotípico, lo que genera frustración y baja autoestima, el sistema no permite ni está familiarizado con las altas capacidades, no son niños raros, ni tontos, en realidad estos niños pueden ser excelentes’ dijo Lisette.

Ahora bien, la también maestrante en terapia cognitivo conductual (TCC) informó que en el caso de los niños que no tienen algún problema neurológico, pero que sí viven en un ambiente violento con abusos y sufren carencias por parte de ‘sus cuidadores primarios’ o abandono de sus padres, también pueden tener consecuencias a nivel emocional.

‘Los niños que viven en ambientes muy invalidantes, violentos, que sufren abusos, carencias pueden llegar a desarrollar en la adultez trastornos de la personalidad, esquizofrenia, bipolaridad, trastorno límite de la personalidad, narcisista, etc’

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