En el Jardín Histórico de la ex Hacienda de San Mateo, se ha instalado una ofrenda monumental de pan que rinde homenaje a las costumbres locales, destacando la figura del pan artesanal conocido como “Cachetona”. Este año, la obra del panadero Heriberto Télez promete atraer a visitantes y fortalecer la identidad cultural de la región.
La llegada del Día de Muertos se siente con fuerza en el municipio de Atlixco, donde la tradición y el arte culinario se entrelazan en la séptima edición de la ofrenda de pan del panadero artesano Heriberto Télez. En el Jardín Histórico de la ex Hacienda de San Mateo, una imponente cruz de pan de cinco metros de altura se alza como un símbolo de la dedicación familiar y el legado cultural de Tochimilco.
La ofrenda, que será inaugurada el próximo 28 de octubre en La Ciénega, no solo destaca por su magnitud, sino también por la meticulosa artesanía que la caracteriza. Heriberto Télez, acompañado de su familia, ha dedicado más de 15 días a la creación de aproximadamente 50 piezas, todas elaboradas con ingredientes locales de alta calidad, incluyendo 120 kilos de harina, una caja de panela y manteca. La “Cachetona”, un pan endulzado con panela, es el protagonista de esta celebración, conocida por su particular sabor y forma.
El proceso de elaboración requiere un cuidado especial, permitiendo la creación de figuras en espiral, ángeles y, por supuesto, la monumental cruz. Esta atención al detalle refleja el compromiso de la familia Télez por transmitir no solo el arte del pan, sino también el espíritu del Día de Muertos, una festividad que honra la memoria de los seres queridos fallecidos.
Con esta ofrenda, don Heriberto no solo busca mantener vivas las tradiciones de su comunidad, sino también dar a conocer su trabajo y el valor del pan artesanal en la cultura local. “Cada pieza es un homenaje a nuestras raíces”, afirma, resaltando la importancia de preservar las costumbres que enriquecen la identidad de la región.
La ofrenda de pan estará abierta al público a partir del 28 de octubre, ofreciendo a los visitantes una oportunidad única para apreciar el arte culinario y la cultura de Atlixco. La familia Télez espera que esta celebración atraiga a más personas y sirva como un recordatorio de la riqueza cultural que define a Tochimilco. En cada pieza de pan, un relato de tradición y dedicación que invita a todos a recordar y honrar a quienes ya no están.