El festival Internacional de Cine Documental de la Ciudad de México, Docs Mx, ha sido un espacio crucial para la proyección de la no-ficción. Este año, unas de las cintas que destacó fue El Sobreviviente Elizalde, un emotivo documental dirigido por Ricardo Huerta, que explora los últimos días del ícono de la música regional mexicana, Valentín Elizalde.

El documental narra de manera cercana su trágico final a través del testimonio de su primo Tano Elizalde, quien fue testigo de los momentos finales de la vida del cantante.

La cinta inicia situando al espectador en noviembre de 2006, con Valentín en pleno apogeo, justo antes de ser asesinado tras un concierto en un palenque en Reynosa, Tamaulipas.

El documental recorre los eventos previos a su muerte, desde la camaradería en su banda hasta los vínculos cercanos que el cantante tenía con cárteles de la región.

Uno de los momentos más significativos es cuando el compositor Raúl de la Mora resalta el impacto que tuvo Elizalde en la música de banda, inaugurando un estilo que pronto dominaría las emisoras. 

Tano Elizalde, quien se encontraba con Valentín al momento del atentado y mismo que sobrevive, es la voz principal de esta historia.

A través de entrevistas con allegados al cantante, se revelan detalles más íntimos de su vida: desde fiestas privadas que organizaba con altos mandos del crimen organizado, hasta los lazos familiares con personajes como su tío Lalo El Gallo Elizalde.

El documental también muestra la relación de Valentín y Tano de niños, compartiendo una infancia marcada por la música y las dificultades de su entorno.

Uno de los puntos más oscuros que aborda la película es la relación de los Elizalde con el crimen organizado.

Jesús Esquivel, periodista y editor, describe el contexto de las disputas entre cárteles en momentos antes del atentado. Se revela que, previo al concierto que terminaría en su muerte, los Elizalde rechazaron una invitación a una fiesta privada organizada por un líder criminal, lo que pudo haber creado un rencor que posteriormente resultaría en el atentado.

La canción A Mis Enemigos adquirió una relevancia especial en ese momento, ya que aumentó aún más las tensiones con ciertas facciones del narcotráfico.

La película también explora el impacto que Valentín tuvo en la sociedad mexicana. Su música resonaba profundamente en los corazones de sus fans, que pocos no eran, como se muestra en el material audiovisual de sus conciertos donde multitudes cantaban al unísono sus canciones. 

Al final de la función, Ricardo Huerta, director del documental, mencionó: “Esto fue un sube y baja de emociones, como el mismo personaje (Tano Elizalde) las tenía, pero al final del día logramos contar la historia de una manera genuina y orgánica, a partir de su relato.”

El documental es un tributo no sólo al hombre que fue Valentín, sino a la complejidad de una vida marcada por la música, la fama y el crimen organizado en México.

El sobreviviente Elizalde no solo permite recordar al Gallo de Oro, sino que provoca una reflexión sobre el legado de aquellos artistas que, aunque en el corazón del pueblo, se ven atrapados en contextos violentos y riesgosos.

Un tributo a El Gallo de Oro

Esta producción es una recreación de los últimos días del fallecido cantante popular Valentín Elizalde, testimonios y detalles inéditos del atentado en el que perdió la vida junto a otras dos personas, narrado por el único sobreviviente, su primo Tano Elizalde.

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