ROCÍO GARCÍA OLMEDO
Nuevas realidades vivimos en nuestro país. Algunas aún requerirán de tiempo para poder ser consolidadas. Otras cada día se hacen más evidentes por ejemplo la de escuchar en muchos momentos las mismas narrativas que en el sexenio anterior o la que en unas horas se sumará, la que tiene que ver con el resultado de la elección de la presidencia de los Estados Unidos de Norteamérica que sin duda habrá de tener incidencias varias en nuestro país; sin embargo, una realidad que ya no es tan nueva pero que requiere de una pronta atención, es el Sistema de Salud en México.
En el listado de los 100 Compromisos de la presidenta Claudia Sheinbaum citados al inicio de su Gobierno hace un mes, aparece la propuesta de una “República Sana” plan de gobierno que traza los principales ejes en materia de salud en el que se incluye “garantizar el acceso a la salud de las mujeres y la creación del sistema de cuidados”, temas de la mayor importancia para cerrar la brecha de enfermedades que afecta a las mujeres derivado de que pasan un mayor tiempo de sus vidas con mala salud, considerando que invertir en la salud de las mujeres puede generar también beneficios en la economía del país como lo ha demuestra el informe “Cerrar la brecha de salud de las mujeres: Una oportunidad de un billón de dólares para mejorar vidas y economías”, elaborado por el Foro Económico Mundial (WEF) en colaboración con el Instituto de Salud Mckinsey.
Enorme desafío si recordamos que en el sexenio anterior poco a poco se fue colapsando el sistema de salud en México. Primero porque el anterior presidente decidió cancelar el Seguro Popular. Crear en el 2020 el Instituto de Salud para el Bienestar (Insabi) que lo reemplaza en poco más de tres años después pasando a formar parte de lo que hoy conocemos como IMSS-Bienestar.
Todas estas transformaciones han fragmentado el sistema de salud en México. La promesa de servicios de salud y medicamentos gratuitos fue fallida, los expertos incluso mencionan que uno de los factores que cancelaron el Insabi tuvo que ver con la falta de planeación, de financiamiento, equipos inexpertos en salud y los enormes golpes que sufrimos las mexicanas y mexicanos por la pandemia del Covid-19, todo lo cual ha ocasionado en datos oficiales que más de la mitad del total de la población mexicana actualmente carecen de servicios médicos.
De ese tamaño es el reto al que se enfrenta el actual gobierno para consolidar el sistema IMSS-Bienestar y la enorme importancia que tiene el ir conociendo los primeros pasos del Plan Sexenal de Salud.
El derecho a la salud, es un derecho humano y el reto que encierra en México garantizarlo pasa por la pobreza que perpetúa las enfermedades, como señala el Dr. Arnoldo Kraus quien también dice que este círculo perverso -salud/pobreza- pasa también por la falta de educación que incrementa tanto a la pobreza como a las enfermedades; sin salud y sin recursos, (casi) imposible acceder a niveles adecuados de educación (Nexos, 25/05/24).
En esas nuevas realidades que hoy vivimos, así como en una entrega anterior analizamos la urgencia de atender una Educación para la Transformación (20/10/2024), basados en que la educación transforma vidas, esa misma urgencia alcanza a la Salud.
Salir de la trampa de una atención médica insuficiente o muchas veces nula y además de mala calidad y revertir el estado actual del sistema de salud en México, es sin duda uno de los muchos desafíos del actual gobierno para avanzar en el objetivo hoy todavía lejano de lograr una “República Sana.”