En Tlaixpan los ciclistas son las víctimas de los chupaductos, sus veloces camionetas no respetan los topes improvisados que los pobladores ponen sobre las calles

 

Por Guadalupe Juárez

En San Mateo Tlaixpan –junta auxiliar de Tecamachalco– hay una advertencia en el aire. Al preguntar  a los pobladores e incluso a las autoridades la respuesta es una:

“No vayan a San Mateo, se sabe que allá viven las personas que roban combustible”, afirman.

“Es peligroso, los llevo pero no puedo esperarlos”, dice el conductor de un taxi.

Para quienes habitan cerca de las calles principales, los rumores del hallazgo de contenedores llenos de combustible en una casa, ubicada en San Mateo, donde se comercializaba la gasolina por litro es la prueba de que ahí habitan los huachicoleros.

Aunque al llegar al lugar, los vecinos señalan otros puntos de venta.

“Ahí, entre las montañas. Aquí no se da eso, se escucha mucho eso de que ordeñan y roban gasolina, pero sólo están de paso”, afirma una catequista que prefiere mantener en el anonimato su identidad.

Los habitantes implementaron toneles como topes JAFET MOZ/AGENCIA ES IMAGEN
Los habitantes implementaron toneles como topes
JAFET MOZ/AGENCIA ES IMAGEN

Ciclistas, las víctimas de la velocidad de los huachicoleros

Sin importar la hora del día, las camionetas en las que llevan contenedores de combustible robado bajan de los cerros a toda velocidad sin respetar los topes.

Los habitantes de la localidad optaron por poner botes y tabiques sobre las avenidas para aminorar los accidentes.

“Seguido atropellan a los que andan en bici. Apenas hace dos días se llevaron a uno entre las llantas y siempre hay accidentes similares”, indican.

 La gasolinera luce vacía; hay otro lugar para comprar combustible. JAFET MOZ/AGENCIA ES IMAGEN
La gasolinera luce vacía; hay otro lugar para comprar combustible.
JAFET MOZ/AGENCIA ES IMAGEN

Roban camionetas para trasladar combustible

Los testimonios se repiten: los comerciantes dejan sus camionetas donde transportan sus productos en alguna calle cerca de su establecimiento o fuera de la su casa; al salir encuentran el lugar vacío.

El procedimiento ante las autoridades a quienes les son arrebatados sus automóviles es lento, acusan.

“Me robaron mi camioneta, puse la denuncia y todo. Pero no creo que la vayan a recuperar, además yo vivo donde están los huachicoleros, en San Mateo Tlaixpan, ahí la gente ya no sale en las noches, hay toque de queda después de las 8”, asevera Marcos.

Él es trabajador de una gasolinera de la zona, donde las ventas han caído, desde ahí observa cómo sus vecinos prefieren comprar más barato el combustible en el mercado negro.

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