El salón es uno de los lugares más importantes de la BUAP que ha sido sede de exámenes profesionales y visitas relevantes en la entidad.

Uno de los sitios más emblemáticos de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) es el Salón del Paraninfo, sede de los actos más importantes de la institución y que fue, por mucho tiempo, la sede de los exámenes profesionales y que en tiempo del Colegio del Estado y de universidad pública, era sede de concursos de oratoria o para recibir a visitas de gran reconocimiento, por ejemplo, el expresidente Gustavo Díaz Ordaz.
Este salón está ubicado en el corazón del edificio Carolino, un edificio arquitectónico que se fundó a finales del siglo XVI y -en ese momento- fue sede del Colegio del Espíritu Santo que tenía como función principal enseñar educación básica que incluía gramática, conocimientos generales de latín, así como redacción epistolar en latín, además de humanidades y retórica.


En 1767, la institución expulsó a los jesuitas, este inmueble fue ocupado y replanteado logrando un gran valor histórico y artístico que se ubica entre la avenida don Juan de Palafox y Mendoza y la calle 4 Sur, en el centro histórico de Puebla, a una cuadra de la sede de los poderes civiles y eclesiásticos de la ciudad.


En 1770, el Paraninfo fue redecorado y en él es notable la sillería que lo enmarca por sus cuatro costados, además de la hermosa puerta entablerada de la entrada se observa el gran estrado decorado con las pinturas de Melchor de Covarrubias, el patrono fundador, y del obispo Alonso de la Mota y Escobar, quien dotó las cátedras de Estudios Mayores.

EL INCIO DE TODO

El Edificio Carolino nace como un proyecto ambicioso de formación religiosa, cultural y espiritual, razones por las que fue construido por los jesuitas en la ciudad de Puebla.
Cerca de 1586 se mostró que las casas del Arcediano se habían demolido y se había dado comienzo a un gran conjunto con un colegio de cuatro claustros y un templo de disposición en cruz latina con ocho capillas colaterales.
Tras años de no saber el rumbo de la edificación que había sido utilizada como vivienda, el defensor del patrimonio poblano Pablo Ramón Loreto consiguió “que este inmueble volviera a ser propiedad de la Universidad de Puebla para hacer una extensión de la misma” (pág. 195) refrendando la transmisión, patrimonial incluso, de los bienes jesuitas al espacio público de la BUAP. Convertida en Facultad de Psicología, se mantuvo cerrada por las afectaciones del sismo del 19 de septiembre de 2017.
Hoy, el complejo arquitectónico es un espacio simbólico considerado como un patrimonio cultural clave, que la UNESCO definió como: “grupos de construcciones, aisladas o reunidas, cuya arquitectura, unidad e integración en el paisaje les dé un valor universal excepcional desde el punto de vista de la historia, del arte o de la ciencia”, esto porque las instalaciones representan historia arqueológica, prehistórica, histórica, literatura, arte y ciencia.

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