“Cuando la mayoría de la gente piensa en Impresionismo, Piensa en los nenúfares de Monet”, expresaron desde Sotheby’s, la famosa casa de subastas, luego de que la pintura seminal de Claude Monet, Nymphéas, fuera vendida por más de 60 millones de dólares en una subasta.
Fue en la sede mayor de Sotheby’s, en Nueva York, que el pasado 18 de noviembre la subasta llamada A Legacy of Beauty: The Collection of Sydell Miller cerró en más de 216 millones de dólares tras la compra por 65,5 mdd por una de las ocho pinturas de la serie de Nymphéas pintada por el impresionista. Esta pieza, según los registros, fue pintada a lo largo de más de tres décadas.
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Acaso lo más destacable, además de la suma exorbitante que se obtuvo por el cuadro del pintor parisino, es que la colección de la empresaria Sydel Miller, otrora heredera de Matrix Essentials, está compuesta por una suerte de nombres que, literalmente, han sido vistos sólo en pintura. Entre su archivo tiene cuadros y obras de Vasili Kandinsky, Pablo Picasso y Yves Klein, por mencionar sólo algunos.
Otras de las ventas (millonarias) que se hicieron a través de esta misma modalidad, por supuesto pertenecientes a la colección de la recientemente acaecida filántropa, destaca La cabeza de mujer de Pablo Picasso, el White Oval de Vasili Kandinsky, Relief Éponge bleu sans titre de Yves Klein, una obra sin título de Mark Rothko y El golpe al corazón de Rene Magritte.
De la colección de 25 piezas de la también conocida como Reina de la industria de la belleza, destacan La Statuaire, también del pintor malagueño, la Jaune fille en robe rose de Henry Matisse, tres esculturas de Joan Miró (Personnage, Femme, Projet pour un monument) y una escultura más del artista parisino Edgar Degas.