La Comisión Europea solicitó a la Organización Mundial del Comercio (OMC) iniciar consultas formales por los aranceles provisionales que China impuso al coñac europeo el pasado 8 de octubre.
Según Bruselas, estas medidas son una respuesta a las tarifas impuestas por la Unión Europea (UE) a los automóviles eléctricos chinos, lo que escala las tensiones comerciales entre ambas potencias.
En un comunicado oficial, la Comisión Europea argumentó que las medidas de China violan las reglas de la OMC. “China no ha demostrado daño real a su industria del brandy”, afirmaron.
Los aranceles adicionales al coñac afectan directamente a productores europeos, un sector clave para el comercio del bloque. La UE insiste en que no existe evidencia de que estas importaciones perjudiquen la industria china.
Esta disputa es un nuevo capítulo en las tensiones comerciales entre la UE y China, que han escalado tras las sanciones a productos como vehículos eléctricos, fundamentales para la transición energética.
El próximo paso será un período de consultas en la OMC, donde ambas partes intentarán resolver el conflicto antes de llegar a un panel de resolución de disputas.
Con esta acción, la UE reafirma su compromiso con las normas internacionales de comercio, mientras busca proteger sus sectores clave frente a las crecientes tensiones con China.