El arranque de Gobierno de Pepe Chedraui ha sido complicado. La administración anterior no le entregó un ayuntamiento, sino un edificio lleno de problemas y complicaciones. Veamos, primero, el hoyo financiero por más de 600 millones de pesos que la administración de Pepe sí o sí debe resolver. Después, un ayuntamiento sin dinero de reserva para cerrar dignamente el año. Y por último, problemas administrativos, de agenda e incluso de personal.
No trato de justificar al nuevo alcalde ni nada por el estilo, pero más difícil no se la pudieron dejar los panistas a los morenistas. ¿El equipo de Pepe sabía que sería así de complicado? no lo sé.
Hasta ahora en la conversación mediática y digital sólo figura el alcalde. Pepe responde por la inseguridad. Pepe responde por los ambulantes. Pepe responde por los despidos. Pepe responde todo.
Los regidores de su planilla tienen que asumir su rol protagónico y despresurizar los temas que surgen a diario. Me parece increíble que Pepe tenga que ser pícher, catcher y primera base.
Seguramente el ayuntamiento está trabajando en un nuevo modelo de comunicación donde existirá más de un canal. Sería muy bueno que se creara la figura de una vocería o ruedas de prensa más formales para tratar de generar su propia narrativa. La comunicación ha cambiado y más para los morenistas. López Obrador ya les puso el ejemplo de cómo se domina la agenda y las narrativas.
Con excepción de Franco Rodríguez, no he visto a alguien más poner el pecho a las balas. Ser regidor es más que levantar la mano en sesiones de cabildo. También puedes declarar, interactuar y asumir una responsabilidad que acompañe la narrativa del alcalde. Los días pasa rápidamente y todo suma, pero también puede restar.