Los diecisiete centros de verificación decidieron no abrir sus puertas ante el temor de multas por parte de la Profepa, generando molestias entre los automovilistas
Por Guadalupe Juárez
El cierre voluntario de verificentros al que recurrieron los concesionarios tras la clausura de seis de los 17 centros de verificación vehicular en la entidad por parte de la Procuraduría Federal de Proteccion al Ambiente (Profepa), provocó un caos en el estado por la confusión generada entre los automovilistas a quienes se les cancelaron las citas agendadas.

Tanto en redes sociales como en las líneas telefónicas en donde se agendan las citas, los cuestionamientos de los conductores no se dejaron esperar y personal a cargo de los verificentros confirmó que ningún establecimiento realizará revisiones hasta nuevo aviso.
De acuerdo con empleados de los centros de verificación vehicular consultados por esta casa editorial, las máquinas se encuentran en mantenimiento y sus sistemas de monitoreo están siendo actualizados, y que a pesar de la confusión que se generó, afirman que las afectaciones disminuirán debido a que estamos a inicio de mes y las personas que van a verificar por lo regular lo hacen los últimos días.
Será hasta el lunes, aseguraron, cuando reanuden actividades, en cuanto las revisiones correspondan a la nueva Norma Emergente de la que la Profepa supervisa su cumplimiento.
Los concesionarios de las seis entidades que conforman la Megalópolis recurrieron a esta medida por la ola de clausuras realizadas tras la puesta en marcha de la Norma Emergente que busca disminuir la emisión de contaminantes generadas por los vehículos automotores.
Pese a que la Profepa no contaría con las facultades para proceder a la clausura total o parcial de los centros de verificación vehicular, ésta suspendió 34 líneas de medición de emisiones en los verificentros de Puebla, con lo que seis de estos establecimientos se vieron afectados por la falta de actualización del sistema de monitoreo.
La dependencia federal habría violado el convenio de colaboración con el gobierno del estado para supervisar el cumplimiento de la Norma Emergente que se publicó tras la contingencia ambiental en el Valle de México, al iniciar con la clausura de las líneas en los Centros de Verificación Vehicular, debido que las autoridades estatales no tenían conocimiento de las medidas que implementarían.
En días pasados, los concesionarios en Puebla, a través de su presidente, Miguel Espina Reyes, denunciaron que las clausuras se debieron a la falta de documentación, a lo que ayer respondió en conferencia de prensa el titular de Profepa, Guillermo Haro Bélchez.
El procurador detalló que el cierre de los establecimientos se debió a que los verificentros carecen de los certificados correspondientes, así como la falta de calibración de los opacímetros, analizadores de gases y falta de trazabilidad de gases de calibración para los analizadores de gases.
Guillermo Haro Bélchez pidió a las autoridades municipales intervenir para que los centros de verificación brinden el servicio y no cierren para evitar las inspecciones, pues éstas continuarán, señaló. A finales de diciembre, concluyó, volverán a hacer una segunda inspección.

