El mundo del rock mexicano está de luto con la muerte de Javier Bátiz, figura icónica del género y maestro de Carlos Santana. Reconocido como un pionero, Bátiz transformó el rock nacional al darle una identidad única y abrir paso a las mujeres en un ámbito dominado por hombres.
La influencia de Tijuana y su impacto
Nacido en Tijuana, Javier Bátiz tuvo acceso privilegiado a influencias musicales de Estados Unidos, como el soul y el blues, géneros que integró al rock mexicano. Según el periodista Alejandro González Castillo, su talento le permitió absorber estas influencias y traducirlas al contexto nacional, creando un sonido moderno que reflejaba a la sociedad de su tiempo.
Una carrera de luces y sombras
Bátiz inició su carrera en los años 50 con Los TJ’s, pero alcanzó su punto álgido en la Ciudad de México con sus presentaciones en el Terraza Casino, donde su talento dejó huella en toda la escena rockera.
Conocido como "El Brujo", dominó múltiples géneros musicales y supo mantener su autenticidad incluso cuando el rock fue censurado tras el Festival de Avándaro en 1971. Desde escenarios independientes, Bátiz continuó creando música que conectaba profundamente con su público.
Un legado místico y único
El legado de Javier Bátiz es considerado místico y poderoso, gracias a su capacidad para emocionar con cada acorde. También incursionó en la música ranchera con el álbum En El Último Trago, mostrando su versatilidad artística.
“El tiempo le pasó factura, pero su legado es fantástico. Con su muerte se cierra un capítulo fascinante de la historia de México”, expresó González Castillo.