Habitantes de Tianguismanalco incendiaron patrullas y autos oficiales en protesta por la actuación de la Policía Municipal, que impidió un linchamiento tras el homicidio de un comerciante.
Los hechos ocurrieron la noche del 16 de diciembre, cuando un hombre fue baleado durante un asalto en un comercio local. A pesar de solicitar ayuda al 911, la ambulancia no llegó a tiempo, y la víctima perdió la vida.
En respuesta, los pobladores capturaron a un presunto responsable, lo golpearon y trataron de lincharlo. Sin embargo, la policía activó el protocolo contra linchamientos y logró rescatarlo, lo que generó el enojo de cerca de 200 personas.
Los manifestantes incendiaron dos patrullas municipales, vandalizaron tres automóviles particulares y dañaron dos motocicletas en protesta por no poder “hacer justicia por su propia mano”. Durante la madrugada, la situación se mantuvo tensa hasta que la Policía Municipal logró negociar con los inconformes y controlar el incidente.
Este caso se suma al reciente linchamiento consumado en Atzitzihuacan, donde tres hombres acusados de intentar secuestrar a una niña fueron golpeados, asesinados y colgados. En ambos eventos, se evidencia el descontento de las comunidades por la inseguridad y la desconfianza hacia las autoridades.
En informes recientes, el gobierno saliente reportó 187 protocolos activados contra linchamientos en Puebla durante el último año. De estos, 24 intentos fueron frustrados, pero cuatro linchamientos se consumaron en Atlixco, Tepeaca, Tecamachalco y Tlapanalá, reflejando un grave problema de justicia comunitaria en la región.