El 20 de diciembre, autoridades guatemaltecas allanaron el templo de la secta Lev Tahor, una comunidad ultraortodoxa judía vinculada con presuntos casos de explotación infantil y trata de personas. En un operativo coordinado por la Policía Nacional Civil y el Ministerio de Defensa, 300 agentes de seguridad rescataron cerca de 160 menores y otras 40 mujeres.

El operativo se llevó a cabo en la comunidad de San Rosa, ubicada a unos 90 kilómetros de la Ciudad de Guatemala. Tras el rescate, los menores fueron entregados a las autoridades, mientras que la Procuraduría General de la Nación y la Fiscalía de Guatemala iniciaron investigaciones sobre la secta y sus presuntos abusos.

Desde noviembre, varias denuncias alertaban sobre los abusos de la secta, que ya tenía antecedentes penales en los Estados Unidos. Los abusos incluían violaciones, abuso sexual y maltrato infantil. La Fiscalía de Guatemala resaltó la gravedad de los delitos y la necesidad urgente de tomar acciones.

Dimas Jiménez, titular de la Fiscalía, aseguró en conferencia de prensa que colaborarán con las autoridades para proteger a los menores y garantizar la seguridad de los guatemaltecos. "La protección de los niños y niñas es una prioridad absoluta", expresó el fiscal en su cuenta de X.

El operativo fue posible gracias a que cuatro menores lograron escapar y alertaron a las autoridades, lo que permitió una investigación exhaustiva. Esto resalta la importancia de seguir adelante con las investigaciones, que podrían involucrar más personas en la red de explotación.

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