El maíz transgénico, alimento genéticamente modificado para resistir plagas y acelerar su crecimiento, genera debate debido a posibles riesgos para la salud y la biodiversidad, según estudios recientes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que los seres humanos son resistentes al consumo de la mayoría de los alimentos. Sin embargo, el uso de químicos como el Glifosato en el maíz transgénico podría tener consecuencias a largo plazo.
¿Qué es el Glifosato?
El Glifosato es un herbicida utilizado para eliminar plagas y agentes nocivos en cultivos. Aunque eficaz, estudios indican que se impregna en la tierra, agua y aire, afectando a otros seres vivos.
Se ha relacionado este químico con posibles enfermedades en animales y humanos. Algunos estudios sugieren que su consumo prolongado puede ocasionar cáncer, afectaciones neuronales y malformaciones en neonatos.
Impacto ambiental y biodiversidad
La Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural (Sader) advierte que el maíz transgénico con Glifosato representa un riesgo para la biodiversidad en México. Este químico puede contaminar suelos, agua y ecosistemas, poniendo en peligro especies locales.
Postura del Gobierno de México
El gobierno mexicano ha emitido decretos presidenciales para mitigar los efectos del maíz transgénico y el uso de Glifosato. También ha llamado a proteger la biodiversidad y fomentar alternativas agrícolas sostenibles.
La presidenta Claudia Sheinbaum pidió preservar el maíz nativo como parte esencial de la identidad y diversidad del país. Estas acciones buscan garantizar un equilibrio entre producción agrícola y conservación del medio ambiente.
La controversia sobre el maíz transgénico continúa, destacando la importancia de investigar sus efectos en la salud y el entorno natural.